Hemos escuchado mucho sobre los increíbles beneficios de la natación, pero ¿realmente los conoces? Aquí explicaremos seis de ellos, ya que es un deporte ideal para las personas mayores y como terapia de rehabilitación.
Es una actividad física en la que realmente puedes hacer más por menos. Es de los pocos ejercicios aeróbicos que te permite trabajar todo el cuerpo sin un impacto considerable al sistema esquelético. Cuando el cuerpo humano se sumerge en agua, se vuelve más ligero. Cuando se sumerge hasta la cintura, sólo necesitas cargar el 50% de tu peso; cuando te sumerges hasta el pecho, el número se reduce a un 25-35%; y si el agua llega hasta el cuello, sólo tienes que cargar el 10% de tu peso. Esto convierte a la alberca en un lugar ideal para trabajar los músculos rígidos y el dolor en las articulaciones, especialmente si tienes sobrepeso o sufres de artritis.
La natación ayuda a aumentar el tono y la fuerza muscular. Cuando una persona corre, solamente está moviendo su cuerpo a través del aire. En cambio un nadador, tiene que impulsarse a través del agua, una sustancia doce veces más densa que el aire. Eso significa que cada patada y cada brazada se convierte en un ejercicio de resistencia, y es bastante conocido que los ejercicios de resistencia son la mejor manera de desarrollar tono muscular y fuerza.
Además de tonificar los músculos visibles como los pectorales, tríceps y cuádriceps, la natación también ayuda a mejorar el músculo más importante en nuestro cuerpo, el corazón. Debido a que la natación es un ejercicio aeróbico, sirve para fortalecer el corazón, haciendo más eficiente su bombeo y por lo tanto a tener un mejor flujo de sangre por todo el cuerpo. La Asociación Americana del Corazón dice que realizar 30 minutos de ejercicio por día, como la natación, pueden reducir las enfermedades coronarias en las mujeres en un 30 a 40 por ciento.
El nadar mejora la flexibilidad. A diferencia de los equipos de gimnasio, donde se trabaja una parte del cuerpo solamente, la natación hace que el cuerpo realice un amplio rango de movimientos, lo que ayuda a que las articulaciones y los ligamentos permanezcan sueltos y flexibles. Los brazos se mueven en arcos amplios, las caderas se mueven conforme las piernas patalean a través del agua, y la cabeza y la columna vertebral, giran de lado a lado. Si lo que buscas es mejorar tu flexibilidad, además de los beneficios naturales de la natación, puedes terminar tu entrenamiento con estiramientos, ya que estar dentro del agua te puede ayudar a mantener posiciones de equilibrio más fácilmente.
Se ha reportado que la natación ayuda a mejorar los síntomas del asma. A diferencia de otros tipos de entrenamiento, la natación ofrece la oportunidad de ejercitarse en un ambiente húmedo, que puede ayudar a reducir los síntomas del asma ocasionados por el ejercicio. Inclusive algunos estudios han demostrado que nadar puede mejorar el estado general del asma. De acuerdo con un estudio, cuando un grupo de niños completó un programa de natación de seis semanas, se observaron mejoras en la gravedad de los síntomas, los ronquidos, la respiración por la boca, y las hospitalizaciones y visitas a urgencias.
Nadar ocasiona que bajen tus niveles de estrés y tengas un mejor cerebro. Esto se debe a la liberación de endorfinas. Además de darte una sensación de bienestar, la natación también puede provocar una respuesta de relajación parecida al yoga. Esto se debe en gran parte a la constante relajación y estiramiento de los músculos, combinados con la respiración profunda rítmica. La natación es también un ejercicio de meditación, con el sonido de su propia respiración y del agua, que actúan como una especie de mantra que puede ayudarte a "ahogar" todas las demás distracciones.
Así que ya sabes, de vez en cuando cambia la caminadora y las pesas, por una sesión en el agua.
Imágenes | Carissa Rogers | Eduardo Mueses | Aitor Aranda |
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