Si nos damos una vuelta por cualquier supermercado, encontraremos que los productos etiquetados como “orgánicos”, generalmente tienen un precio mayor. Muchas personas se preguntan si pagar ese dinero extra, realmente tiene un beneficio para su salud. Hace unos días se publicó un estudio en la revista científica British Journal of Nutrition, donde aseguran que los ingredientes orgánicos pueden aumentar los nutrientes esenciales de los alimentos.
En el estudio, donde se analizaron los resultados de más de 200 estudios previos, se observa que los productos lácteos y la carne orgánica contienen aproximadamente un 50% más ácidos grasos omega-3. El resultado se debe a que estas vacas son alimentadas con pastos ricos en omega-3, lo que al final se ve reflejado en la carne y en la leche.
Sabemos que los ácidos grasos omega-3 ayudan en la reducción de las enfermedades cardiovasculares, mejoran el desarrollo y la función neurológica, así como ayudan a mejorar la función inmune. Eso sí, a pesar de que la leche y la carne orgánica, presentan mayores niveles de omega-3 que los mismos productos convencionales, no alcanzan los altos niveles encontrados en ciertos pescados como el salmón.
Se ha observado que los métodos de cultivo influyen muchísimo en el contenido nutricional de los alimentos. En otro meta-análisis publicado en el 2014, se observó que los cultivos orgánicos tienen mayores concentraciones de antioxidantes y otros compuestos potencialmente beneficiosos. Los cultivos orgánicos presentaron un 50% más de antocianinas y flavonoides, en comparación con los cultivos convencionales. El consumo de este tipo de compuestos, está relacionada con varios beneficios incluyendo sus efectos anti-inflamatorios y la protección celular contra daños externos.
Por el momento, la explicación más común relacionada con el aumento de compuestos antioxidantes, tiene que ver con el estrés de los cultivos. Los cultivos orgánicos tienden a estar expuestos a niveles más altos de estrés, por ejemplo ataques de insectos, y en consecuencia aumentan su producción de compuestos para ayudar a combatir el estrés.
Si un insecto empieza a comerse una verdura, y se trata de una verdura cultivada por el método convencional, lo más seguro es que se aplique un pesticida para eliminar la plaga. En cambio, si se trata de una verdura orgánica, la planta tiene que luchar por su supervivencia, produciendo compuestos, como el poliacetileno, que ayudan a matar a los insectos, y que resultan benéficos para los humanos.
Investigaciones realizadas en modelos animales, sugieren que el poliacetileno juega un papel importante en la reducción de la respuesta inflamatoria, y por lo tanto, en el riesgo de padecer cáncer. Hoy en día existen varios estudios en curso que buscan probar esta teoría en los humanos, el problema es que nuestras dietas son demasiado complejas.
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Otra diferencia entre los cultivos orgánicos y los convencionales, es la forma en la que las plantas obtienen el nitrógeno. A los cultivos convencionales se les administra una dosis controlada de nitrógeno proveniente de los fertilizantes sintéticos. En los cultivos orgánicos, que dependen de la rotación de los cultivos y del compostaje, hay menos nitrógeno disponible. Como resultado, los cultivos orgánicos crecen más lento, y producen más metabolitos secundarios. Estos compuestos también pueden ser benéficos al consumirlos.
En el estudio del 2014, también se observó que los cultivos orgánicos presentaban nieles más bajos de residuos de pesticidas, y menores concentraciones de cadmio, un metal, que se encuentra naturalmente en la tierra.
Analizando la información de estos estudios, se podría decir que comer verduras, frutas, carne y productos lácteos, si presenta beneficios, aumentando la proporción de antioxidantes y de ácidos grasos omega-3. Sin embargo también se ha demostrado que a pesar de que los cultivos orgánicos tienen niveles más altos de antioxidantes, no contienen niveles más altos de vitaminas.
Así que lo principal sería consumir las porciones recomendadas de verduras y frutas al día, y si estas interesado en los beneficios de la agricultura orgánica, y en los beneficios nutricionales, específicamente antioxidantes, es una buena opción considerar los productos orgánicos.
Imágenes | Andy Roberts | U.S. Department of Agriculture | Christopher Paquette | Carlos Saborío |
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