Me gustan mucho los garbanzos, las lentejas, y las leguminosas en general, y sé que a falta de una porción de carne, son una opción económica, nutritiva y sustanciosa para muchas personas. (Además de ser platos pesados, si). Sin embargo, pensaba en comprarlos y me daba algo de flojera el remojo y quitar hollejos, pero el antojo era grande y me animé. Aquí una sencilla receta que nos gustó mucho, y que para el verano, es muy sabrosa.
Ingredientes para la cocción de los garbanzos
1 kilo de garbanzos, una rama de epazote fresco, media cebolla cruda, una cucharada de sal de mar y agua suficiente. (Unos 3 litros) Una olla grande con tapa de válvula para dejar escapar el vapor.
Primer paso, remojar durante toda la noche, (Vale la pena cocerlos todos) y al día siguiente en agua limpia, cocerlos con el epazote, la cebolla y la sal, en suficiente agua, hasta que se puedan aplastar con los dedos. Yo no utilizo la olla de presión, porque a veces las leguminosas, sueltan hollejos o espuman mucho y tapan la válvula, lo que ya me provocó una explosión de lentejas similar a la del Vesubio, con la consabida lluvia de las mismas y mi cocina convertida en caos (Alcancé a correr, no me quemé ni me convertí en el monstruo de las lentejas, ¡jajajaja!).
No hay problema con la cocción, cada vez se cuecen en menos tiempo nuestros alimentos. Verá que ya no sueltan hollejos, esto es porque nuestras especies cultivadas, cada día son más sencillas de cocinar y requieren menos tiempo, al final, una pequeña nota sobre esto. Ahora si, vamos a la receta.
Para la crema
2 tazas de garbanzos, 2 tomates rojos maduros (jitomates), un pedazo de cebolla mediana, digamos que del tamaño de un limón, 2 tazas de agua, caldo de frijoles, de garbanzos o de carne, más lo necesario para hacer una crema ligera, una cucharada de mantequilla o de aceite de oliva, un par de hojas de epazote fresco, un poco de amaranto tostado y enmielado para decorar.
Procedimiento
2 tazas de caldo o líquido a su gusto, (Usé el caldo de los frijoles que acababa de cocer días antes, para no tirarlo), agregue dos cucharadas de consomé en polvo, la cebolla los jitomates (tomate rojo), las hojitas de epazote y licué hasta hacer u puré. Agregue más agua o caldo para que pueda hervirlo con el aceite o la mantequilla hasta que la cebolla que agregamos se cueza y apenas se perciba. Permita que se enfríe y sirva con unos granos de garbanzo y una cucharadita de amaranto tostado y enmielado por encima. Puede incluso refrigerarla, para servirla bien fría. Queda deliciosa y sobre todo, es muy nutritiva.
Consejos
Cuando cocine leguminosas, ofrezca algo bastante más ligero para complementar su comida, porque son pesadas, y combinarlas con carnes rojas por ejemplo, será demasiado para su estómago y su proceso digestivo.
Nota: ¿Se ha dado cuenta de que las leguminosas, por ejemplo, ya no tardan tanto en cocinarse? Bien, esto es gracias a un medio muy vapuleado, pero que existe desde que se descubrió la primera planta a que empezamos a cultivar: el cultivo transgénico, o lo que es lo mismo: obtener de una especie diversas mejoras gracias a procesos de injerto y manipulación genética de otras especies similares. ¿No es digno de escándalo para los "puristas"? En ocasiones se nos olvida como han cambiado nuestros cultivos y productos, y qué significa ese proceso, y atacamos sin piedad lo "nuevo" que amenaza con "modificaciones genéticas", cuando nuestros antepasados lo han venido haciendo con singular alegría para su beneficio y el de la humanidad, y muchas veces con total desconocimiento de lo que eso es en la ciencia y su lenguaje.
En Directo al Paladar, les dejo el enlace de otra deliciosa leguminosa y la forma de prepararla al estilo tradicional para obtener el sabor de antaño: Frijoles cómo cocerlos, prepararlos y sobre congelamiento, y por supuesto, otra receta con garbanzos para aprovechar ese kilo que cocieron. Cómo hacer garbanzos guisados con la receta de la bisabuela, de una compañera española que nos la trae en Directo al Paladar España.
En tanto, me voy a la cocina porque tengo garbanzos listos para más recetas que probar, y sobre todo, a intentar una tarta de garbanzo que mi bisabuelo hacía y de la que tuve la receta mucho tiempo atrás, y la perdí. Si, entre sus múltiples habilidades, fue excelente repostero, pero... solo me tocó saberlo por las anécdotas, historias y recuerdos de mi mamá y tías. Si me sale, se las paso aquí en unos días, y si no... la voy a sacar, cueste lo que cueste, porque me llamo como me llamo. (Dicho de la familia con mucho orgullo y más de cumplimiento sobre lo que no nos sale en los primeros intentos).
