El gratín de papas siempre me ha parecido una maravillosa idea para compartir uno de esos platillos familiares, llenos de sabor que son sencillo y potentes a la vez. No siempre es fácil romper algunas barreras mentales y combinar ingredientes que, a primera vista no nos parecería compatibles entre ellos. Sin embargo una de las ventajas de la cocina es que podemos liberarnos de ciertas ataduras y navegar por lugares novedosos.
Hoy te propongo esta receta de un delicioso gratín de papa con pescado y chistorra. A primera vista algunos de ustedes se sorprenderán de esta combinación de un ingrediente de agua el pescado, con otro de tierra, la chistorra. Sin buscan un poco se darán cuenta que en realidad es algo común mezclar, en algunas recetas, ambos universos para alcanzar sabores exquisitos.
Esta sencilla receta la podrás hacer con los utensilios básicos de cualquier cocina, tan solo vas a necesitar utilizar un bandeja para hornear y un batidor de globo para hacer la salsa bechamel.
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Vamos a limpiar las papas bajo el agua para luego pelarlas y cortarlas en rodajas medianas a finas. Las ponemos en un cuenco y las sazonamos con paprika, sal y pimienta. Desmenuzamos el pescado, cortamos la cebolla en julianas así como la chistorra en pedacitos. Los agregamos todos a las papas. Mezclamos bien todo.
Para hacer la salsa bechamel ponemos a derretir la mantequilla en una olla a la que vertemos la harina revolviendo sin parar hasta que se formen grumitos. Añadimos la leche poco a poco sin dejar de batir, y siempre en la lumbre baja, hasta espesar. Engramamos un refractario con mantequilla, vaciamos la mezcla de papas, pescado y chistorra. La recubrimos con la salsa bechamel. Finalmente esparcimos el queso y horneamos, a 180ºC, por unos 40 minutos.
Degustación
Te recomiendo disfrutar de este delicioso gratín de papa con pescado y chistorra bien caliente ya que es una receta que definitivamente sabe mucho mejor a alta temperatura. Los puedes servir como un platillo principal alrededor del cual podrás agregar algunas verduras asadas, un pan fresco calientito y por supuesto una buena copa de vino tinto.
