Esta vez les propongo un pastel de carne que resulta un platillo ideal para una comida o cena apta para toda la familia.
Es muy sencillo y a los niños les gusta comer la carne molida más que en filete o en otras presentaciones, y algunos vegetales "perdidos" en lugar de sufrir mirando "arbolitos verdes" u "hojas poco apetitosas" como las espinacas.
La textura de este platillo es tierna, cremosa y crocante por el tocino ahumado.
Precalentar el horno a 200°C.
En un tazón, poner la carne molida junto con 1/2 cebolla picada, 1 diente de ajo, pan molido, sal, pimienta y un huevo. Revolver hasta integrar.
En un sartén sin aceite colocar las rebanadas de tocino y dejar que se cocinen solo un poco, sin llegar a dorar demasiado, colocarlas en papel absorbente y reservar.
Para la espinacas: Sofreír la otra mitad de la cebolla con un poco de aceite, colocar las espinacas sin tallo, lavadas y desinfectadas, dejar que reduzcan. Agregar la media crema, sal y pimienta al gusto, cocinar por 10 minutos o hasta que estén ligeramente espesas. Reservar.
Colocar en un molde para horno el tocino, 3 rebanadas de jamón, la mitad de la carne preparada, comprimir bien y después la mitad de las espinacas.
Colocar las otras 3 rebanadas de jamón, la carne y el resto de las espinacas, espolvorear el queso manchego rallado.
Tapar con papel aluminio y hornear por 30 minutos o hasta que el líquido sea claro, destapar y hornear 15 minutos más o hasta que el queso esté ligeramente dorado.
Sacar del horno y esperar de 10 a 15 minutos antes de cortar y servir.