Ha llegado el calorcito, y aunque los cambios de temperatura nos tienen como locos, el calor amenaza por regresar más temprano que tarde, por eso es importante mantenerse bien alimentados y continuar con una buena hidratación. Y para esta última misión te ofrecemos la receta de un jarabe natural de guayaba para acompañar tus raspados para sobrevivir a estas temporadas y disfrutes un postre veraniego.
Una de las mejores maneras en las que te puedes mantener a ti y a tu familia hidratada es a través de consumir alimentos y postres frescos y de temporada, que suelen tener altos contenidos de agua o hielo y los raspados son uno de los ejemplos más claros de los alimentos ideales para consumir en esta temporada.
Particularmente, el verano nos obsequia una infinidad de frutas: melón, mango, sandía, fresas, cerezas, manzanas, ciruelas y, a finales de agosto, los higos. México es uno de los países que cuenta con una basta variedad de frutas, debido a que tiene la ubicación y el clima ideales para producir frutas más deliciosas y nutritivas.
Tips para preparar tu jarabe casero de guayaba
Utiliza esas guayabas que están hasta abajo de tu frutero o al fondo del refrigerador, aunque estén aguaditas o mayugadas así están en el punto perfecto para nuestra receta.
Para que nuestro jarabe quede con una consistencia líquida te recomendamos retirar el centro con todo y semillas.
Aunque también suele tener bastante pulpa el centro y a nosotros no nos gusta desperdiciar nada, entonces puedes hacer esta preparación con las guayabas enteras, solo que tendremos que utilizar un cernidor muy fino varias veces para dejar lo más fino posible el jarabe. O si lo prefieres con el mismo colador, separa la pulpa de las semillas.
Prepara una cantidad adecuada. Recuerda que los productos caseros deben refrigerarse y almacenarse adecuadamente, además de consumirlos lo más rápido posible por aquello de los conservadores.
Calienta una taza de agua a un sartén a fuego medio, agrega 3 clavos de olor y media taza de azúcar.
Después de tres minutos, agrega dos o tres guayabas sin hueso y partida en gajos. Procura que tus guayabas estén blanditas o maduritas.
Tapa tu sartén y deja que todos los sabores se concentren. Después de 10 minutos empieza a machacar y mover la guayaba lentamente para no quemarte.
Con las guayabas restantes llévalas a una licuadora o procesador de comida y licua finamente. Con ayuda de un cernidor fino, cuela la guayaca licuada mientras la vas agregando al sartén y deja reposar todos los ingredientes.
Agrega la pizca de sal y el jugo de un limón. Ve incorporando poco a poco lo que resta del azúcar y rectifica de sabores.
Después agrega la pizca de bicarbonato a las guayabas y continúa moviendo, mientras la flama está a fuego medio alto.
El bicarbonato nos permite a balancear todos los sabores de la mermelada y le da un tono rojizo a la mezcla, como si fuera guayaba rosada.
Continúa moviendo las guayabas, y de ser necesario agrega poco a poco agua caliente para que no haya algún choque de temperaturas.
Deja tu sartén al fuego mínimo y continúa moviendo y machacando de vez en cuando. Déjala cocinar por unos 30 minutos y retira del fuego.
Deja enfriar e incorpora en un frasco para guardar el jarabe o regalar.
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