Estas galletas crujientes de avena son super fáciles de hacer porque se hacen sin horno y no necesitas sacar todas tus ollas y sartenes de la hornilla de la estufa. Además, segurísimo ya tienes la avena en la alacena y los demás ingredientes son super accesibles.
Sinceramente no hay nada como preparar recetas deliciosas y compartirlas con quienes más queremos, son regalos perfectos y más porque estas galletas no contienen grandes cantidades de mantequilla, azúcar o sustitutos de azúcar.
Con qué acompañar estas galletas de avena
Mis opciones favoritas para acompañar estas galletas siempre son las bebidas calientes sobre todo cuando es con atoles, mi primera opción es un atole de pinole delicioso.
La ventaja de estas galletas es que puedes comerlas a cualquier hora del día, por ejemplo con un tazón de chía con frutos rojos.
Te aconsejo untar un poco de crema de avellana sobre cada galleta y pfff, no habrá vuelta atrás.
Si tienes la oportunidad de acompañar las galletas con un helado de cardamomo o un helado ajonjolí. ¡Saben deliciosos!
Cómo almacenar las galletas de avena correctamente
Recipientes herméticos: Guarda las galletas en recipientes herméticos de cristal para evitar la exposición del aire y la humedad, y así evitar que se vuelvan blandas.
Papel encerado: Si no cuentas con recipientes herméticos, envuelve las galletas individualmente en papel encerado antes de guardarlas en tu contenedor.
Ambiente fresco y seco: Almacena las galletas de avena en un lugar fresco y de preferencia en refrigeración hermética.
Separadores entre capas: Al apilar las galletas en un contenedor, coloca separadores de papel encerado o pergamino entre cada capa para evitar que se peguen entre sí y se humedezcan.
- Precalienta el horno a 180º.
- Derrite la mantequilla en el microondas. Mezcla en un recipiente la mantequilla con los copos de avena de forma que los copos queden bien impregnados de la mantequilla.
- Bate el huevo con el azúcar.
- Añade al huevo la harina y la levadura, y mezcla.
- Agrega a lo anterior los copos de avena y de nuevo mezcla. Deja reposar la masa en la nevara unos 10 minutos.
- Sobre papel de horno engrasado, ve colocando bolitas de la masa y aplástalas un poco hasta lograr forma de galleta.
- Hornéalas unos 12 minutos. Cuando veas que empiezan a dorarse, retíralas, verás que fuera del horno terminan de ponerse crujientes.
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