La maracuyá, o fruta de la pasión, es una de mis frutas favoritas, y ahora que estamos en plena temporada, busco cualquier pretexto para utilizarla. Me gusta mucho utilizarla en postres por esa combinación tan única de notas dulces y ácidas que tiene. Buscando un postre refrescante, en el que no tuviera que encender el horno, termine con esta deliciosa gelatina de maracuyá.
La tradición de las gelatinas es algo muy mexicano, sobre todo las gelatinas caseras que se preparan con los ingredientes de temporada, y con aquellos que se tienen a la mano. Además, por lo general, son postres bastante saludables. Me gusta preparar las gelatinas en moldes individuales, porque así es muy fácil transportarlas, especialmente cuando tienes niños pequeños.
En un recipiente pequeño, y que puedas meter al horno de microondas, hidrata la grenetina con ½ taza (120 ml) de agua tibia. Déjala esponjar.
En un procesador de alimentos colocar la pulpa de la maracuyá y pulsar varias veces. El objetivo es “despegar” las semillas de la pulpa. Pasar por un colador y medir 2 tazas de pulpa.
En una olla mediana coloca el resto del agua (350 ml) y la pulpa de maracuyá, agrega el azúcar y mezclar a incorporar por completo. Lleva a ebullición, retira del fuego y deja enfriar un par de minutos.
Derrite la grenetina en el microondas; aproximadamente 20 segundos a potencia media. Vacía la grenetina en la mezcla de maracuyá e integra muy bien por unos minutos.
Vacía en 4 moldes individuales o en moldes con figura. Refrigera por lo menos 4-6 horas, de preferencia toda la noche.
Con qué servir la gelatina de maracuyá
La gelatina de maracuyá es un postre bastante refrescante ideal para la temporada de calor. Si le quieres dar un toque especial, la puedes acompañar de una bolita de helado de vainilla.