El pay o tarta de limón y merengue es uno de los clásicos de la repostería americana. El pay en todas sus medidas y presentaciones, es una de las recetas favoritas para celebrar en cualquier ocasión, o hasta para acompañar la hora del té. El secreto cautivador de este platillo reside en el sabor ácido del relleno de limón que contrasta con el dulzor del merengue, que es un ingrediente característico e indisociable de este platillo. En definitiva este un postre que no puedes dejar de probar, sin duda logrará cautivar a toda la familia.
Esta receta es tan importante que, incluso, tiene una fecha especial en el que se festeja el día del Lemon Pie: el 15 de agosto. Su origen es algo difuso. Se cree que esta crema de limón se preparó por primera vez en Inglaterra por los protestantes durante el siglo XVII y que la receta viajó después a Estados Unidos en 1774, junto con una secta separatista cuáquera.
Se cuenta que la primera receta de pay de limón o lemon pie que se preparó tal y como la conocemos (con una base de hojaldre y relleno de crema de limón) fue creada en 1806 por Elizabeth Goodwell, una cocinera estadounidense que dirigía una pastelería cuyo postre estrella era esta deliciosa tarta rellena con crema de limón.
La leyenda cuenta que esta receta surgió como una solución frente a un problema repostero: Elizabeth tuvo que usar tantas yemas de huevo para otras preparaciones, que decidió aprovechar el resto de las claras de huevo restantes para preparar el merengue de lo que se conoce hoy como pay de limón. Este postre tuvo tal éxito a nivel local que se popularizó en todo el país.
Sin embargo, otros historiadores gastronómicos sostienen que el lemon pie fue inventado en el siglo XIX por el pastelero suizo Alexander Frehse, a quien se le atribuye el crédito de ser el primero intentar combinar la crema de limón con el merengue italiano.
Sea cual sea su verdadero origen, lo cierto es que es una de esas recetas que no puedes quedarte sin probar al menos una vez en la vida. Tal vez por el nombre, pueda confundirse con la tradicional Carlota de limón, una tarta de origen francés que se hace a base de galletas remojadas; al contrario de esta receta, que tradicionalmente se hace con una costra de hojaldre previamente horneada.
Se puede preparar tanto con limones verdes como con amarillos (llamados eureka ), que es una fruta ideal para postres por su peculiar sabor, para que tu tarta adquiera el toque más tradicional.
En un tazón, batimos las claras de huevo, las gotas de limón y media cucharada de sal hasta que comiencen a formarse una especie de picos rígidos (pero no secos). Después agregamos el azúcar para que comience a suavizarse la textura. En cuánto se formen picos suaves, extendemos sobre nuestro pay. Procuramos sellar los bordes de la masa.
Horneamos a 180°C hasta que nuestro merengue se comience a dorar, lo cual tardará entre 12 y 15 minutos. Dejamos enfríar a temperatura ambiente y podemos servir. El pay de limón siempre sabe increíblemente mejor recién horneado.
