No hay nada como darse un buen 'gustito' dulce, cremoso. Si eres amante de los postres, seguramente sabes de qué estoy hablando. El día de hoy les compartiré esta imperdible receta para que prepares dulce de leche casero. Se trata de un manjar que se prepara con un caramelizado de crema de leche y azúcar que tiene una consistencia asombrosa.
Este dulce de leche nació casi en el fin del mundo, en Argentina. Aunque tiene sus propias variaciones alrededor de Sudamérica: algunas son más líquidas, otras más espesas, oscuras o claras. Como la deliciosa cajeta que preparamos en México. Aunque tienen variaciones y algunas se acompañan con otros ingredientes, como vino o licor para aromatizarlas, todas son igual de deliciosas y nada se compara con el placer de prepararlas en casa.
Esta receta, pese a que es muy sencilla, requiere paciencia y tiempo de elaboración. Sin embargo, vale cada segundo de tu tiempo, ya que la satisfacción personal de haber preparado algo con tus propias manos con un resultado tan soberbio merece la pena el esfuerzo. En definitiva es más suave y rico que el que puedes comprar en el supermercado. ¡Manos a la obra!
El dulce de leche se prepara de forma tradicional en una olla de cobre, pero como no son tan comunes, bien podemos hacerlo en una cazuela normal.
Vamos a calentar la leche junto con el azúcar en una cazuela mediana, y prendemos a fuego medio. Revolvemos hasta que el azúcar se disuelva. En cuanto esto suceda, agregaremos el bicarbonato y una cucharadita de esencia de vainilla y volvemos a revolver.
Dejamos cocer la mezcla durante dos horas a fuego bajo, muy bajo, removiendo de vez en cuando con una pala de madera pequeña (esto para que no se pegue la mezcla). Es importante que la leche nunca hierva, así el agua que tiene la leche se irá evaporando y el líquido disminuirá. Así percibiremos que la consistencia va cambiando y nuestro dulce comienza a espesar y tomar ese bonito color acaramelado.
Para algunas personas puede tomar más o menos tiempo del que indicamos aquí, todo depende del fuego y el tipo de cazuela que vayan a usar. Lo importante es poner atención a nuestro dulce de leche e ir percibiendo cómo va cambiando la consistencia. Durante la última hora de cocción es importante que tengamos cuidado con él, ya que la consistencia será más espesa. No debemos dejar de remover para evitar que se formen grumos o que la mezcla se pegue al fondo de la cazuela.
En cuanto haya adquirido una consistencia similar a la de una natilla retiramos del fuego. Seguimos sin dejar de remover, por unos 5 o 10 minutos más, para que el dulce se enfríe un poco. En cuanto se enfríe se espesará y reducirá su volumen un poco más.
Cuando esto suceda, podremos guardarlo en un frasco de vidrio previamente esterilizado y puedes reservarlo por hasta un mes. Acompáñalo con unas tostadas, unas galletas o utilízalo para preparar unos deliciosos alfajores.
