¿Estás buscando la opción perfecta para llevar un postre para la próxima reunión familiar o simplemente para disfrutar del otoño con alguien que estimas? Este Cheesecake de calabaza es LA solución cuando estás buscando un postre fácil y rápido para preparar que además se acople al gusto de todos. Tenemos el pay de queso tradicional horneado pero, ¿qué tal si tenemos ganas de preparar algo que además sea todavía más dulce y aromático? Échale un ojo a este cheesecake de calabaza sin horno de forma fácil.
Es una explosión de colores, no sólo de sabor. Mezcla una de nuestras cosas favoritas: los postres muy vistosos y con mucho sabor. Mezcla el sabor de cremoso de la calabaza y el dulzor de la canela, lo que vuelven este postre en la opción perfecta para llevar a cualquier reunión otoñal. El resultado es una tarta suave y cremosa que sin duda te sorprenderá.
Aunque nunca hayas cocinado una calabaza, no es razón para sentirte intimidado. En realidad es muy fácil de preparar. Con estos consejos lograrás pelar, cortar y cocinar la calabaza sin problemas.
Disfruta con esta receta típica de Otoño en su versión más simple y sencilla, pero con el mismo sabor que nos vuelve locos. Prepara este pay de calabaza frío, sin necesidad de prender el horno.
En un bowl amplio servimos la leche condensada, la canela, la nuez moscada y el jengibre. Revolvemos bien todos los ingredientes y reservamos esta mezcla.
En una cazuela ponemos a hervir agua y hervimos en ella la calabaza cortada en trozos pequeñitos. Cuando esté suave, la retiramos del fuego y licuamos junto con la mezcla anterior. También puedes hacerlo con una batidora de mano.
Por otro lado, vamos a tomar una taza con 1/4 de agua y la calentamos en el microondas. Posteriormente servimos el sobre de grenetina y revolvemos bien hasta que se disuelva. Agregamos esta mezcla a la de calabaza y removemos bien para que se mezclen todos los ingredientes. Regresamos esta mezcla a una olla y cocinamos la mezcla hasta que se espese.
Retiramos la mezcla del fuego y la servimos sobre la base para pay. Si no consigues una en el super, puedes hacer tu base para pay con un crust de galletas: ya sabes, el típico moler galletas en una bolsa de plástico hasta que se trituren. Mezclamos las galletas trituradas con una cucharada de mantequilla derretida en el microondas, para que quede una especie de masita. Ponemos esta mezcla en un molde y lo aplastamos al fondo para que quede una base de crust.
Una vez que hayamos servido la mezcla para pay sobre la base para pay lo llevamos a refrigerar por al menos 4 horas o hasta que 'cuaje'. Puedes decorar con un poco de crema batida y canela en polvo.
Una vez que haya transcurrido este tiempo, ya estará listo tu pay para servir y disfrutar.
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