Ha llegado esa época del año en la que aprovechamos que hay temporada de calabaza de Castilla y tratamos de preparar todas las recetas que se nos ocurran para sacarle todo el jugo a esta deliciosa verdura otoñal. La mejor parte es que con las calabazas podemos preparar toda clase de platillos, desde dulces hasta salados. La podemos incorporar en lattes, pasteles, cremas y hasta en empanadas de calabaza, tal como la receta que te compartiremos hoy.
Estas empanadas dulces son el postre perfecto para tomar con un café a media tarde. La mejor parte es que engloban ese saborcito especiado y dulce que nos encanta de las preparaciones con Calabaza de castilla.
Puedes guardarlas en el refrigerador o en el congelador y durarán mucho tiempo, para que tengas tu dotación de empanadas de calabaza listas para disfrutar. Incluso pueden convertirse en un excelente lunch o aperitivo que puedes llevar a un paseo o día de campo.
Nota: La masa la puedes comprar ya hecha en el supermercado o puedes prepararla con esta sencilla receta de masa para empanadas dulces que tenemos por acá.
Colocamos la calabaza en una cacerola junto con el piloncillo, 1/4 de taza de agua y la raja de canela. Dejamos que hierva y cuando empiece a hacer ebullición dejamos cocinar unos 15 o 20 minutos. En cuánto la calabaza esté tierna, retiramos la raja de canela, agregamos la canela molida, el anís y la nuez moscada o el clavo molido. Revolvemos y seguimos por unos 20 minutos máximo, sin dejar de remover frecuentemente para que la mezcla tome una textura gruesa.
Una vez que tengamos lista nuestra masa para empanadas, formamos discos de masa de alrededor de 10 o 13 cm.
Colocamos dos o tres cucharadas de relleno en cada una; las doblamos a la mitad para encerrar el relleno y formamos una media luna. Sellamos los
bordes con un tenedor o pellizcando con los dedos.
Precalentamos el horno a 375°C.
Mientras iremos acomodando nuestras empanadas en 2 bandejas para hornear engrasadas. Pincelamos las empanadas con un poco de huevo batido y espolvoreámos con un poco de azúcar glass si así lo deseas.
Las dejamos reposar por 30 minutos hasta que la masa de hojaldre suba.
Una vez que estén listas, las metemos al horno y horneamos de 15 a 18 minutos, hasta que adquieran un color dorado.
Sirve mientras sigan tibias y disfruta con un café.
Puedes guardar las empanadas sin hornear hasta por un mes. Estarán listas para hornear en tu freidora de aire o en tu tostador, para esas veces que tienes un antojo dulce.