Todos nos hemos encontrado una hoja larga, de un color tirándole al olivo, en alguno de nuestros platos de sopa o estofado, pero no se trata de un accidente. Está en tu plato por una razón. Es una larga tradición emplear esta curiosa hoja de laurel para sazonar y condimentar nuestros platillos. Aunque no es necesario e imperante su uso, las hojas de laurel siempre aportan un sutil sabor a nuestros alimentos, y puede ser lo que marque la diferencia entre un platillo delicioso de uno 'bueno' a secas.
Se trata de un alimento que pasó de utilizarse en las coronas imperiales romanas a las cocinas más humildes y que lleva presente en la cocina mediterránea desde hace siglos —y que esperamos que así siga siendo—.
El aroma del laurel es intenso, fresco y dulce, con un gusto ligeramente balsámico y unos toques amargos, lo que le otorga una gran presencia aromática. Por esta razón, nuestras abuelitas no dejaban de añadir esta especia a sus mejores creaciones culinarias.
Cómo utilizar laurel en la cocina
Los usos del laurel van más allá de los caldos y sopas; es en realidad una especia de uso sumamente sencillo y fácil. Casi que puedes utilizarlo en cualquier receta, pero con combinaciones adecuadas. Te compartimos algunos tips para sacarle todo el provecho a esta maravillosa especia en tu casa:
Las hojas de laurel tienen un sabor muy fuerte y amarga cuando están frescas. Es mejor que las utilices para cocinar cuando estén secas. Basta con que las cuelgues de cabeza en algún gancho de la cocina, para conseguir que pierdan su humedad.
Tus aliadas en las preparaciones de cocción lenta. Para conseguir que estas impregnen un plato con su aroma y sabor, conviene utilizarlas en elaboraciones en las que se cuezan durante un buen rato. Cuanto más tiempo pasen cocinándose, mejor aportará su gusto.
Lo mejor es agregar la hoja al inicio de la cocción, para que los sabores se vayan impregnando poco a poco.
Hierve alimentos frescos o cocínalos al vapor con las hojas de laurel para realzar su sabor natural. Perfecto para las preparaciones de verduras al vapor.
Combina con otras especias como el orégano, el tomillo, el romero o la albahaca, con las que se suele mezclar para formar las denominadas hierbas provenzales. También es el complemento perfecto para aquellas preparaciones que llevan comino, ya que equilibrará su sabor.
Retirarlas al terminar la preparación. Una vez se ha acabado el cocinado y antes de servir la comida, conviene quitar las hojas de laurel para que nadie termine comiendo una en sus bocados.
Si queremos usar laurel en platos dulces, va muy bien en flanes y helados, mismos que realzan en mucho el sabor y aroma del laurel, permitiéndonos degustarla de una mejor manera, pues sus propiedades no se ven opacadas por las de otros ingredientes.
El laurel es un protagonista de las salsas brujas, esa vinagreta que la da la vida y sabor que nos encanta a la salsa que compramos en los mariscos. Se trata de una preparación de chiles y especias que se dejan reposar por meses en vinagre para que suelten sus sabores.
¿Cómo almacenar el laurel?
La conservación de las propiedades de aroma y sabor de las especias y hierbas aromáticas depende mucho de cómo los almacenamos, de modo que se recomienda usarlas en un periodo no mayor a un año para así sacarles el mayor provecho.
Debemos procurar, guardarlas en un frasco de cristal cerrado herméticamente, y si deseamos conservarlas por muchos años, lo mejor será guardarlas en el congelador.
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