El cilantro es una de las hierbas aromáticas que más usamos en México, ya sea para hacer una salsa verde, un pico de gallo, para darle sabor a un caldo o simplemente espolvoreado sobre unos tacos. Sin lugar a dudas, se podría decir que es una hierba esencial en la cocina mexicana.
Su precio es bastante accesible y quizá sea por eso que siempre lo usamos fresco, pues hay que reconocer que no seca bien. Lo malo es que no se mantiene fresco por mucho tiempo, y para no desperdiciarlo debemos usarlo inmediatamente o buscar las mejores formas para conservar el cilantro.
Todos los alimentos se deben conservar en unas condiciones óptimas para prolongar el máximo posible su tiempo de consumo. Pueden ser sobras de tus elaboraciones culinarias, alimentos frescos, congelados, pero también otros ingredientes como hierbas y especias. Por ejemplo, en este artículo nos vamos a centrar en cómo mantener el cilantro fresco.
Artículos que nos salvan y facilitan la vida: un preservador de hierbas
Personalmente es la opción que más me gusta. Hoy en día en tiendas como Amazon es posible encontrar preservadores de hierbas como el que se muestra en la imagen (Herb Savor Eco) que ayudan a conservar frescas el cilantro y otras hierbas como el perejil, la albahaca o el epazote hasta por 3 semanas.
En su base contienen un pequeño pozo de agua para mantenerlas verdes, y su cápsula transparente bloquea la entrada de aire u agentes contaminantes. Me gusta además que podemos almacenar nuestras hierbas verticalmente, de modo que no se estropean. Su único truco para que funcione es que debemos cambiarle el agua cada 3 o 5 días.
Blanquear y congelar el cilantro en una bolsa ziplock
Otro de los métodos preferidos para conservar el cilantro es congelándolo; pero no basta con meterlo en una bolsa resellable y meterlo al congelador, pues si lo hacemos así al descongelarlo estará muy blando, pues las encimas que descomponen las plantas pueden sobrevivir a las temperaturas de congelación.
Por eso es necesario usar la técnica correcta, para así lograr que mantenga su sabor y su color verde. Consiste en blanquear el cilantro para matar las enzimas de descomposición. Para blanquear el cilantro, hay que poner a calentar agua hasta hervir y tener preparado un recipiente con agua con hielo lista. Una vez que el agua comience a hervir, hay que sumergir el manojo de cilantro en el agua unos cuantos segundos e inmediatamente transferirlo al agua con hielo para eliminar el calor y evitar que se continúe cocinando.
Enseguida, con ayuda de una toalla de cocina o de toallas absorbentes, secaremos el manojo de cilantro completamente, separaremos las hojas de los tallos y las colocaremos en bolsas resellables. Lo mejor es asegurarnos de extenderlas por toda la superficie de la bolsa y congelarlas en forma horizontal, de este modo será fácil sacar únicamente las porciones que necesitamos. El cilantro así congelado es perfecto para darle sabor a caldos, sopas y salsas.
Cubitos de cilantro con aceite, tipo pesto
Otra forma de congelar el cilantro es hacerlo con aceite o en forma de pesto. Después de blanquearlo y enfriarlo, podemos colocarlo en un procesador de alimentos o en una licuadora junto con aceite de oliva extra virgen y moler hasta lograr una pasta o añadir otros ingredientes como queso parmesano y piñones para hacer directamente un pesto.
Después, lo vaciaremos en un bandejas para cubos de hielo y los pondremos en el congelador. Una vez que hayan endurecido por completo, podemos transferirlos a bolsas con cierre hermético. Hay que considerar que cada cubo equivaldrá aproximadamente a una cucharada de aceite o de pesto.
Sal de cilantro
Otra opción es preparar sal de cilantro, perfecta para sazonar y saborizar al mismo tiempo. Para ello, previamente desinfectado y bien secado con toallas absorbentes, picaremos finamente el cilantro y la mezclaremos con sal de mar, considerando una proporción de 1/2 taza de cilantro por 2 cucharadas de sal. Una vez bien mezclado, lo colocaremos en un frasco de vidrio, taparemos y lo conservaremos en el refrigerador. Para usarlo, sustituiremos la sal requerida en una receta por la misma cantidad de sal de cilantro.
Mantener el cilantro fresco con agua, como si fuera un ramo de flores
También puedes conservar el cilantro remojando sus ramas en agua. Para ello, retira los tallos y las hojas estropeadas, así como los restos de tierra, y lávalo muy bien con abundante agua. Entonces, coloca el cilantro encima de un paño o papel absorbente para retirar el exceso de agua.
A continuación, llena un recipiente alto y de vidrio con agua para introducir el cilantro a modo de jarrón. Procura que los tallos queden bien cubiertos de agua, sobre todo las raíces en caso de que las tuviera. De ese modo aguantará más tiempo fresco, pero las hojas no deben quedar sumergidas.
Puedes dejar así el cilantro sobre la encimera de la cocina si vas a gastarlo pronto. En caso contrario, te recomendamos que lo guardes en el refrigerador y cambies el agua cada día o cada dos, así conseguirás que el cilantro se mantenga fresco hasta por dos semanas.
Guarda el cilantro envuelto
Por este motivo es tan importante mantener el cilantro fresco, cosa que podrás hacer durante una semana, o incluso 10 días, envolviéndolo en un paño de cocina o con papel de aluminio. Para hacerlo bien, lava el cilantro y sécalo con papel absorbente. Después, sitúa la planta sobre el papel de aluminio o en el paño.
Enrolla el cilantro hasta que quede bien cubierto y no se caiga dentro del frigorífico, pero intenta no aplastarlo. Por último, guárdalo en el refrigerador y se conservará durante, al menos, 12 días.
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