Hace muchos años hacía este pesto cada semana para mis pastas y pan que servía con parmesano rallado y pesto, hasta que doraba. En verdad, exquisito para ofrecer en cualquier comida. Hoy quise rescatar este pesto para que lo tengan a mano en estas fechas. ¡Es muy fácil!
Ingredientes para un frasco de 220 grs.
Una bolsa de albahaca fresca, tres cuartos de taza de nueces troceadas, (No le pongo piñones, son carísimos), una taza de aceite de oliva de excelente calidad extra virgen, un par de dientes de ajo grandes, sin el corazón, una cucharada de consomé.
Procedimiento
Lavar y desinfectar las hojas únicamente de la albahaca, (Suelen traer capullos o tallos muy gruesos), secar perfectamente en la centrífuga de lechuga o con pepel absorbente cada hoja. Poner en la licuadora el aceite de oliva.
Agregar las hojas, las nueces, ajos partidos descorazonados y consomé. Licuar al gusto. (No agregué parmesano a esta receta, pero el pesto clásico sí lo lleva). Vaciar a un frasco de aproximadamente 220 grs. (El que tengan es bueno). Refrigerar. Esto les durará más de un mes y alcanza para preparar medio kilo de pasta. (Suficiente para 10 personas).
Pueden dejarlo para pincelar el pan que servirán durante su cena, y ya saben, rallen o pongan láminas finas de parmesano, gratinen y sirvan en platos individuales con un tomate deshidratado en aceite de oliva y una aceituna. ¡Ummmm! ¡De diez!
En Directo al Paladar, les dejo unos bocadillos de salmón para esta Navidad, y un Dip borracho de ostiones con peras y estos exquisitos bocadillos de espárragos y parmesano.