Si nos damos una vuelta por el supermercado o por las tiendas de productos gourmet, sobre todo en estas fechas de celebraciones, sin duda encontraremos una gran variedad de quesos, tanto nacionales como importados. Uno de ellos es el queso provolone, un queso originario del sur de Italia, donde se produce en piezas de entre 10 y 15 centímetros en diferentes formas, usualmente como peras alargadas, cilíndricas o conos.
A pesar de que el queso provolone es originario del sur de Italia, actualmente la región que mayor producción tiene de este queso es en el norte, en las zonas de Piamonte, Lombardía y Véneto, donde este queso semiduro es añejado por al menos cuatro meses.
La diferencia entre el Provolone Dolce y el Provolone Piccante
De este maravilloso queso con textura firme y con sabor suave y ahumado hay dos variedades principales: el Provolone Dolce que es añejado de dos a tres meses y que es un queso de mesa semisuave y el Provolone Piccante, que al añejarse entre seis y doce meses tiene un sabor mucho más fuerte, definido, salado y picante, por lo que es usado principalmente para cocinar, gratinar e incluso en la preparación de postres.
También existen otras variedades de queso provolone, que reciben su nombre debido a su forma, no dependiendo tanto de su sabor o tiempo de añejamiento. Así, el de forma cilíndrica es llamado Salamino o Pancettone, mientras que los quesos provolone de forma esférica son cnocidos como Melone o Provole. Hay que saber también, que dependiendo de la forma varía su peso, que puede ir desde los 500 gramos hasta más los 100 kilográmos.
Usos del queso Provolone
El queso provolone, al igual que todos los quesos que se elaboran a partir de cuajada, tiene un mejor y más intenso sabor cuando se derrite. Por ello, si de utilizarlo en nuestras comidas se trata, debemos pensar en incluirlo en guisados que se sirvan calientes, paninis, pizzas y platos de pasta que se vayan a llevar al horno.
Por otro lado, también podemos disfrutarlo cortándolo en finas rebanadas bañadas simplemente con aceite de oliva, sal, pimienta negra y hierbas finas, para acompañar una copa de vino tinto si es que tenemos en la mesa un provolone piccante o bien un vino blanco si se trata del provolone dolce.
También, el provolone piccante puede ser combinado con sabores picantes, aceitunas, pimientos asados o incluso, en la combinación de vegetales llamados "a la jardinera" que incluye coliflor, zanahoria, apio y pimientos verdes, mismos que lograrán realzar el sabor de este queso clásico italiano.
Por último, cuando busquemos un buen queso provolone, debemos asegurarnos de que llevamos a casa el mejor que podamos encontrar, lo cual significa, que evitaremos aquellos que ya vienen rebanados, pues usualmente éstos son imitaciones de este tipo de queso, y lamentablemente, no comparten el mismo sabor, aunque si la misma textura y capacidad para fundirse.
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