Hace unos días, Lalo Plascencia, un reconocido investigador y promotor de la cocina mexicana, publicó en Instagram una fotografía de la hoja santa, hierba santa o acuyo, como también es conocida, acompañada de unas breves palabras sobre su importancia en nuestra gastronomía, puesto que la usamos tanto para dar aroma a nuestros platillos, como también la usamos como recipiente de ellos.
En el hogar de mi infancia, siempre tuvo lugar en el jardín una planta de hierba santa, que a sobrevivido aún con el paso de los años. Es tan parte de mis memorias que nunca había prestado un mayor interés en ella, salvo para cocinar, claro esta. Pues bien, la hierba santa también es conocida como momo o tlanepa y es uno de los ingredientes básicos en las cocinas de algunas regiones de nuestro país.
La historia detrás de su nombre
Desde luego, todo nombre tiene una historia, y el caso de la hoja santa no puede haber excepción, sobre todo, en un país lleno de tradiciones y leyendas, aunque algunas carezcan de sentido. Y es que, la historia que nos cuentan nuestras abuelas, es que la Virgen María eligió el arbusto del acuyo, por su dulce aroma, para poner a secar los pañales del Niño Jesús. Historia que no tiene sentido dado el origen mesoamericano de esta planta aromática.
Por otro lado, el nombre tlanepa, tiene su origen en el vocablo náhuatl tlanecpahquílitl (tlanepaquelite) que significa hierba olorosa y comestible, término que desgraciadamente se ha ido perdiendo, como un resultado más de la llegada de los colonizadores a estas tierras.
Características
El arbusto de la hoja santa llega a crecer hasta los dos metros de altura y sus ramas no son para nada duras. Sus hojas nos rememoran la forma romántica de un corazón y su textura es aterciopelada; en su madurez, cada una de ellas llega a medir hasta veinte centímetros de largo y quince de ancho.
En cuanto a su característico sabor, es difícil describirlo, pues tiene matices de los sabores de diferentes hierbas aromáticas como son el eucalipto, el anís, la nuez moscada, la menta, el estragón e incluso de la pimienta negra.
Beneficios en la salud
La hoja santa, al igual que la mayoría de los vegetales, aporta pocas calorías a nuestro organismo, es rica en fibras y sus carbohidratos son completos. Durante siglos ha sido usada en la medicina tradicional para tratar problemas de la piel, inflamación, diarrea y otros transtornos del aparato digestivo y del sistema respiratorio, como la bronquitis y la tos.
Usos en la cocina
En la cocina popular mexicana podemos encontrar varios ejemplos de uso, entre los que destacan los tamales envueltos en hierba santa típicos de los estados del centro-sur de nuestro país. Para muchos, es la hierba favorita para envolver los pescados, pero también hay regiones en las que envuelven en ella otro tipo de carnes.
Entre los platillos más tradicionales que se preparan con la hoja santa, y donde éste ingrediente es fundamental para el resultado final, está el Tapixte, un platillo típico que se elabora en la cuenca del Papaloapan, en el estado de Veracruz y que se prepara principalmente para días festivos.
No nos podemos olvidar tampoco de su uso en mixiotes, como tampoco en sopas y guisados, como el tradicional mole verde de Oaxaca o las bolitas de masa en caldillo de jitomate; así como para aromatizar platillos a base de frijol o para facilitar la elaboración de los chiles rellenos.
Imágenes | Saborearte Entusiasma, Shaney Clemmons , Los Sabores de México