En los últimos años se ha observado un incremento en las ventas de comida congelada, incluyendo vegetales y comida preparada, después de varios años de presentar ventas estancadas. El crecimiento se debe principalmente al cambio de mentalidad en los consumidores, que empiezan a ver las frutas y verduras congeladas como una forma de conservar sus propiedades nutricionales.
Los consumidores quieren comer más vegetales, sin embargo, el 85 por ciento no logra comer la cantidad mínima recomendada. Es algo totalmente ilógico en el mundo de la alimentación. Y muchos expertos aseguran que la sección de congelados puede reducir esta incongruencia. Las mayores ventajas de los productos congelados son su accesibilidad y conveniencia.
Durante años hemos escuchado que los alimentos frescos y locales son los mejores, y los más saludables. Resulta que, si comparamos los productos congelados con los alimentos frescos, los primeros tienen la misma, o mayor, cantidad de nutrientes. Durante el proceso de congelado, los nutrientes de las frutas y verduras, se retienen y varios estudios han demostrado que esto ayuda a mantener los altos niveles de vitaminas. Puedes almacenarlos en el congelador durante un año y el nivel de nutrientes se mantiene prácticamente igual.
Para demostrar esto, científicos de alimentos de la Universidad de California en Davis diseñaron un estudio para comparar el valor nutricional de los productos frescos y congelados. Midieron los nutrientes en muestras de ocho tipos diferentes de frutas y verduras frescas y congeladas, como zanahorias, brócoli, espinacas, chícharos y frutos rojos. Al final descubrieron que no había diferencias significativas. En general, los productos congelados son tan buenos como los frescos y, en algunos casos, las frutas y verduras congeladas son mejores que las frescas. Por ejemplo, la mayoría de las frutas y verduras congeladas presentaron niveles más altos de vitamina E.
Es cierto que los productos congelados pierden algunos nutrientes durante el procesamiento, como cuando se blanquean o se cuecen al vapor. Pero la razón por la que la mayoría de los nutrientes se mantiene bien en frutas y verduras congeladas es por la rapidez con la que se congelan después de la cosecha. Los productos que se congelan, se cultivan de la misma forma que los productos frescos. Por lo general, las instalaciones de congelación están muy cerca de donde se cultivan, así que en cuestión de horas están congeladas. La compra excesiva de frutas y verduras frescas significa que el producto se almacena durante un tiempo bastante largo antes de su consumo, y muchas veces su contenido nutricional se reduce si las condiciones de almacenamiento no son las adecuadas.
El desperdicio de comida también es algo que debemos de considerar. A nivel mundial, se desperdicia un tercio de toda la comida producida. La mayoría de los desperdicios de comida en las casas, son ingredientes que se echaron a perder en el refrigerador. La comida congelada, que tiene una fecha de caducidad más larga, podría ayudar a reducir el desperdicio de comida.
Debido a todos estos cambios, las grandes compañías de comida han empezado a ofrecer nuevas opciones en el pasillo de congelados, por ejemplo, tortitas de vegetales, arroz vegetariano hecho de coliflor, pasta hechas de verduras como betabel, calabacita y zanahorias. Sin duda el pasillo de congelados puede ser una oportunidad para comprar productos nutritivos y saludables, y ayudar a reducir el desperdicio alimenticio.
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