¿Quién no ha visto una pitaya y una pitahaya y las ha confundido? Hoy decidimos traer una receta muy fácil de preparar y con pocos ingredientes que seguro ya tienes en casa, la intención es crear una mermelada casera que visualmente sea la más antojable por sus vibrantes colores y el magnífico sabor que va a tener. Aquí te dejamos cómo hacer mermelada de pitaya para que ya no busques en otro lugar.
La pitaya y la pithaya son frutas tropicales las cuales tienen un sabor y colores un tanto parecidos, y a pesar, de que las dos provienen de la familia de las cactáceas, estas pertenecen a géneros diferentes. La primera proviene del género Stenocereus y se sabe que es endémica del continente americano, mientras que la segunda procede del Hylocereus y aunque su origen permanece incierto, esta también es considerada como una fruta endémica de México y América central.
¿Cómo diferenciarlas?
Una de las características que las diferencia en sí, es la forma y la cáscara, la pitaya, también conocida como tuna roja, suele ser redonda y estar cubierta por espinas. Mientras que la pitahaya tiene una forma un tanto más alargada y cuenta con una cáscara rugosa que asemeja a unas escamas, de ahí, que a esta fruta también se le conozca como fruta del dragón.
Otra forma de diferenciarlas, es el cactus del que estas nacen, mientras que el de la pitaya o tuna roja suele crecer en cactáceas columnares u órganos, la pitahaya o fruta del dragón crece en cactus trepadores, los cuales suelen enrollarse en los árboles alimentándose de la humedad de sus cortezas.
Según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, ambas frutas contienen propiedades nutricionales con altos contenidos de vitaminas C, B, potasio, hierro, calcio y fósforo, además de que estas son buenas para mantenerte en forma, ya que son bajas en calorías y gracias a su alto contenido de fibra pueden ayudarte a tener una mejor digestión.
Ambas frutas tienen parecidos en cuanto a color, forma y sabor, con un exterior de color que puede variar de rojizo o hasta blanco, y con una pulpa consistente que se puede encontrar de color rojo intenso, blanco o amarillo, estas frutas además suelen tener una serie de pequeñas semillas negras en su interior.
Es por eso que aunque no sean lo mismo, estas dos frutas mexicanas son igual de ricas y nutritivas, además de ser uno de las producciones nacionales de las que dependen muchas de las familias mexicanas dedicadas al campo, cultivo y cosecha de frutas y verduras
Vamos a empezar por cortar la pitahaya rosa en dos mitades y sacar la pulpa con una cuchara.
Vamos a verter la fruta en un mortero o en un procesador de comida y mezclamos hasta obtener una pulpa.
En una sartén antiadherente de fondo grueso, agregamos un chorrito de agua caliente, la pulpa de pitahaya, los clavos de olor y el azúcar. Cocinamos a fuego medio y luego a fuego lento hasta que tenga una consistencia espesa como mermelada.
Seguimos revolviendo de vez en cuando. Esto tomará alrededor de 20-25 minutos.
Una vez que ha comenzado a espesar, añadimos jugo de limón. Revolvemos bien y cocinamos durante aproximadamente un minuto.
Retira del fuego y deja que se enfríe para después guardarlo en un frasco esterilizado en el refrigerador.
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