Seguramente has visto esta frutita, parecida a un jitomate o manzana en miniatura, muy común en los arbustos de las calles y parques de México, pero nunca la has probado; es más, seguro morías de ganas de hacerlo cuando eras niño, pero tu mamá te decía que eran tóxicas o venenosas. ¡Vivimos en una mentira! En realidad esas fritutas rojas y pequeñas que parecen bayas son comestibles, muy saludables y las puedes comer de muchas formas. Te la presento: se llama pingüica.
La "pingüica" es un nombre común que se le da a una fruta que es originaria de México -especialmente en el norte árido- y que también se encuentra en algunos otros países de América Latina. La pingüica es una fruta redonda y pequeña, con una piel gruesa y dura de color rojizo, y está cubierta de espinas y es, en realidad, una cactácea. De acuerdo con el Diccionario Enciclopédico de la Cocina Mexicana, en el estado de Chihuahua, los tarahumaras la utilizan para preparar una versión regional de tesgüino.
La pulpa de esta fruta es suave y jugosa, y tiene un sabor dulce y ligeramente ácido, con un ligero sabor a nuez. Es una fruta que se consume principalmente en su lugar de origen, donde se utiliza para preparar bebidas y postres, o se come sola, después de retirar su piel y espinas.
En el centro del país es muy común encontrarla en los mercados y puestos de jugos que las incorporan a diferentes recetas, especialmente a bebidas como agua de alfalfa; pero también se puede beber en infusiones o hasta mezclar con tu huevito mañanero.
Algunos beneficios y propiedades medicinales de la pingüica
Debes saber que, contrario a lo que nos hicieron creer por mucho tiempo: la pingüica no es peligrosa ni tóxica, al contrario, puede ser muy benéfica para tu salud.
La especialidad de la pingüica es que se trata de un medio infalible para tratar problemas renales, ya que ayuda con la retención de líquidos, ayuda a combatir las infecciones de las vías urinarias y ¡lo mejor de todo! es un tratamiento natural para tratar las indeseadas piedras (o arenilla) en los riñones.
Por su calidad diurética y ayuda para dejar de retener líquidos, la pingüica es una opción bastante buena para apoyarte en tu camino para bajar de peso.
Puedes tomarla en infusiones o tés para aliviar algunos síntomas de resfriado; tanto la tos como algunos casos de asma se pueden tratar con ayuda de la pingüica, especialmente en alguna infusión acompañado con eucalipto y manzanilla.
También posee propiedades antisépticas, por lo que sirve para curar heridas externas y úlceras bucales.
¿Cómo se puede comer la pingüica o manzanita?
La pingüica se puede tomar de diversas formas, desde en tés e infusiones con la fruta o con las hojas, depende mucho de las intensiones que tengas. Acá te dejamos algunas ideas. Puedes:
Comerla fresca: para comer la pingüica fresca, se debe retirar la piel y las espinas cuidadosamente para obtener la pulpa de la fruta. Puede comerse sola como una merienda saludable, o se puede agregar a ensaladas de frutas o postres.
Preparar bebidas: la pingüica es una fruta popular para preparar bebidas en su lugar de origen. Una bebida común es el "agua de pingüica", que se prepara mezclando la pulpa de la fruta con agua y endulzando al gusto.
Utilizarla en recetas: la pingüica también puede ser utilizada en recetas como mermeladas, jaleas, postres y pasteles.
Existen muchísimas recetas para preparar aguas, jugos e infusiones con pingüica; puedes preparar agua de tamarindo con jamaica, infusiones con té de manzanilla o la puedes agregar a tu agua de alfalfa incluso. Pero a continuación te compartiremos algunas, entre ellas esta receta de agua fresca con pingüica que puede ser excelente para bajar de peso.
En la licuadora coloca la piña, pingüica, guayaba y el agua. Muele por algunos minutos, después agrega el jugo de limón, alfalfa y el agua. Vierte en una jarra de agua.
Té de pingüica
En un litro de agua pon a calentar una cucharada de pingüica. Deja calentar, cuando empiece a hervir se retira del fuego y deja reposar por media hora, toma entre 3 a 4 tazas al día antes de los alimentos.
Agua de tamarindo y jamaica
- 1 taza de pingüica
- 2 sobres de té de manzanilla
- 2 cucharadas de tamarindo
- 1 taza de flor de jamaica
Procedimiento: Primero se calienta el agua y se agregan los frutos de pingüica; seguidamente el tamarindo y la flor de Jamaica. Al comenzar a hervir se introducen los sobres de té de manzanilla. Luego se deja evaporar hasta que se pierda la cuarta parte del agua que tenías en el cazo.
Una vez finalizada la infusión, se diluye con agua para reducir su sabor concentrado y se consume a lo largo del día.
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