La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad —472 votos, 0 en contra y 0 abstenciones— una reforma que apuesta por la regulación de las grasas trans, que propone casi prohibirlas por completo. Hay que recordar que estas sustancias adicionadas a la mayoría de los alimentos procesados provocan la muerte de al menos 13,153 mexicanos al año, según la Organización Mundial de la Salud, y es una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial, al causar enfermedades cardiovasculares.
Con 472 votos a favor, el dictamen a la minuta que adiciona el artículo 216 Bis establece que “los aceites y grasas comestibles, así como los alimentos y bebidas no alcohólicas, no podrán contener en su presentación de venta al público aceites parcialmente hidrogenados, conocidos como grasas trans, que hayan sido añadidos durante su proceso de elaboración industrial”.
Las grasas trans: un veneno de acción lenta
Esta sustancia suele ser utilizada para la fabricación de alimentos como papas fritas, margarinas, galletas, panes y otros dulces. Este nuevo dictamen señala que en este caso “los alimentos, bebidas no alcohólicas, aceites y grasas” no podrán contener más de dos partes de grasas trans de producción industrial por cada 100 partes de grasa normal.
En realidad estas 'grasas trans' se producen cuando los fabricantes de alimentos convierten aceites líquidos en grasas sólidas, lo que les permite alargar el margen de caducidad de los productos y aumentar su estabilidad frente altas temperaturas; así que es posible reducir sus aditamentos, en beneficio de la salud de los consumidores.
El consumo excesivo de estos alimentos, aunado a una mala dieta y a la falta de ejercicio puede, sin duda alguna, afectar gravemente la salud, generando enfermedades cardiovasculares, especialmente. Hay que recordar que el consumo de grasas trans aumenta considerablemente el riesgo de muerte por cualquier causa en 34 por ciento y por cardiopatías coronarias, en 28 por ciento.
Las empresas que utilizan esta sustancia en su cadena de producción tendrán 90 días para eliminar la grasa trans de su composición, justo cuando la inflación general vuelve estos productos cada vez más apetecibles, no tanto por su valor alimentario, sino porque resisten bien el aumento de los precios.
Además, la Secretaría de Salud será la encargada de establecer las bases para la regulación de las grasas trans en la producción industrial.
Esta medida ya había sido aprobada por el Senado en octubre de 2021, a raíz de la campaña de la OMS por eliminar las grasas trans en 2018; pero quedaba pendiente por aprobar en la Cámara de Diputados, la cual ya ha sido aprobada.
Medidas que ya han sido implementadas en otros países
De acuerdo a estudios epidemiológicos, los ataques cardiacos e infartos han disminuido mas del 6% en los últimos tres años después de que algunas ciudades, como Nueva York, prohibieran el uso de grasas trans en sus productos industriales.
Ciudades y condados en Nueva York, fueron los primeros en iniciar la prohibición de estas grasas en restaurantes y comercios de comida rápida en el 2007 según reporta la Asociación Americana de Cardiología.
Investigadores de la Universidad de Medicina en Yale, compararon aquellos condados en donde no se hizo la prohibición con los que si se prohibió. De acuerdo a las estadísticas, los ingresos hospitalarios por padecimientos cardiovasculares (el mas común infarto al miocardio) disminuyeron en un 6.2 % en los condados en donde se hizo la restricción de ácidos grasos trans.
En palabras del personal médico e investigadores, "la prohibición en la nación de grasas trans ha sido un acierto para millones de personas en riesgo de enfermedades cardiovasculares"
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