De la vista nace el amor, y también de la experiencia misma. Hay veces en que no nos dan tantas ganas de comer alguna ensalada porque parecen muy sosas, aburridas y sin sabor. Ese es el problema, que no sabemos mezclar los ingredientes de forma creativa y adecuada para disfrutar de todas las saludables ventajas acompañar tu comida con una rica ensalada, que además tiene texturas increíbles que te van a satisfacer en cada mordida.
Al mezclar los deliciosos y jugosos arándanos con unos cubitos crocantes de manzana y un poco de quinoa, Esta ensalada tiene un equilibrio perfecto entre la textura y el sabor al mismo tiempo que es un boost saludable para tu día a día.
En cuestión de minutos tendrás lista tu ensalada, fresquita, nutritiva, sana y llena de sabor. Es perfecta para una cena ligera o como primer plato de un menú más contundente que te ayude a digerir con mayor facilidad tus platos fuertes.
La preparación de esta ensalada es sumamente fácil. Lo primero es disponer en un tazón las hojas de espinaca (que puedes cortar en tiras para hacer todo más sencillo), sobre ella vertimos la taza de quinoa, las manzanas y los arándanos. Vierte por encima un aceite de oliva y revuelve bien. ¡Voilá! Puedes agregar más semillas, como pepitas de calabaza, nueces o hasta cacahuates al gusto.