Se sabe que en las casas de México se acostumbra tener un bote de cristal -de tamaño considerablemente grande- lleno de chiles en escabeche que utilizamos para acompañar casi todo lo que comemos con un toque picocito: desde sándwiches y tortas, hasta quesadillas y más. Aunque también existen las personas que aman comerlos a mordidas mientras acompañan cualquier otro alimento, y es que aunque no lo parece, los chiles en escabeche tienen un sabor increíble y casi no pican nada, porque se han encurtido en vinagre y con otras hierbas de olor, que es lo que ha impregnado su sabor.
Los chiles en vinagre normalmente se hacen con jalapeños, cebollas, zanahorias y ajos que se encurten en un frasco de cristal con vinagre y otras especias, pero también existen recetas de familias mexicanas en las que se les agrega coliflor, nopales o ejotes.
Esta es una preparación que, además de darle un toque y sabor único a los chiles con los que acompañamos nuestras comidas, ayuda a preservarlos en tu alacena. Y es que los encurtidos se preparan desde hace cientos de años con esa intención: preservar los alimentos durante el mayor tiempo posible. Y es que el escabeche es un método 100% (y libre de conservadores) que ayuda a prolongar la vida de los alimentos. Su ingrediente principal es el vinagre que es el que evita que se desarrollen bacterias en los alimentos.
Así que ya sabes: lo que hace únicos a los chiles en escabeche es su doble magia que permite que se conserven de forma natural y que además le da un sabor y un aroma inigualable, que se trata de todo un placer culinario. Te contamos cómo prepararlos.
El primer paso para comenzar a preparar nuestros chiles en escabeche es lavar y desinfectar muy bien todas las verduras. Una vez que terminemos, cortamos el chile jalapeño en julianas. Por otro lado, picamos la cebolla en 'palitos' o rodajas uniformes.
En una olla amplia, calentamos el aceite de oliva y sofreímos la cebolla junto con el ajo por cinco minutos sin dejar de remover constantemente. Cuando la cebolla se torne transparente, añadimos las rodajas de zanahoria y la dejamos cocinar unos minutos más. Al final agregamos los chiles cortados en julianas, mezclamos todos los ingredientes y cocinamos por 5 minutos más.
Por último, añadimos el vinagre blanco, el laurel, la pimienta, el tomillo y la sal. Mezclamos muy bien y dejamos que se cocinen a fuego bajo o hasta que se haya consumido el vinagre.
Ahora solo queda esperar que se enfríen y ya puedes usarlos para acaompañar una torta, sándwich o lo que se te antoje. Recuerda guardarlos en un frasco de cristal previamente esterilizado, te durarán más de un mes.