Llegó el momento. Por fin estamos a nada de la cena de Año Nuevo y el pavo es protagonista por antonomasia de dicha reunión. Por lo mismo, elegir el mejor es importante. Has cuidado cada detalle de la fiesta y este no puede fallarte. Comprar el pavo ideal es posible y hoy te damos unas claves para que puedas identificarlo apenas lo veas.
Te recomendamos que pongas en práctica los tips que te damos a continuación porque el tiempo apremia y, si te tardas demasiado, es posible que llegues a marchas forzadas a la cena y con un pavo que ni siquiera esté cocinado de forma impecable.
Asegúrate que venga congelado
Si en el súper ves un pavo blando, con la superficie acuosa o hasta con un tono azulado en algunas partes, no lo dudes: no es buena opción comprarlo. Un pavo en perfectas condiciones debe estar completamente congelado, debe tener la superficie blanca o color café (no marrón) y ser firme. Incluso si ves que solo una parte no está congelada tampoco debes comprarlo.
Conoce bien los tipos de pavo
No creas que solo hay uno y que siempre has comido lo mismo. En pavos también hay variedad. Además debes tomar en cuenta que el que elijas definirá mucho el rumbo de tu cena. No es lo mismo comer uno de estilo clásico, que uno ahumado.
Las opciones que tienes son:
Orgánico: o que durante su crecimiento nunca fue alimentado con químicos, ni potenciadores de sabor de la carne. Por lo general estos pavos son mucho más suculentos y jugosos. Puede que tengan un menor tamaño, pero en serio: eso se verá recompensado por el sabor.
Clásico: es el que con mayor frecuencia encuentras en las tiendas. Pesan entre cinco y siete kilos. Son de piel completamente blanca y de sabor intenso.
Ahumado: seguro lo indica la etiqueta, pero si no igual puedes identificarlos porque su piel es café y se nota que tuvo un proceso de precocimiento. Algo a tomar en cuenta: casi siempre son de carne más dura y seca, ya que fueron expuestos a brasas anteriormente.
Dile que no a los rellenos: Lo sabemos, son más prácticos. Pero al mismo tiempo son riesgosos. El solo hecho de refrigerarlos a una temperatura incorrecta puede hacer que el interior vaya descomponiéndose incluso sin que te des cuenta. Imagina eso en tu cena de Año Nuevo. Sin duda sería una desgracia. Lo mejor que puedes hacer en este caso es llevarte a casa uno clásico y hacer tú mismo el relleno.
Heirloom: la carne es visiblemente más oscura y su sabor es el más fuerte de todos los pavos. Este término proviene de una corriente gastronómica que apuesta por cultivos que no son tan rentables para la venta en masa, pero que apuestan por la calidad y el sabor.
¿Hembra o macho?
Hembra, siempre. Es un poco difícil que una etiqueta consigne esto, pero sin duda hay marcas que lo hacen porque saben perfectamente que la diferencia es básica: las hembras tienen más carne y son mucho más jugosas.
Calcula el tamaño de tu cena
Sé entusiasta, pero recuerda que nunca está bien desperdiciar la comida. Piensa en qué gramaje comerías tú. Luego multiplica por el número de personas que irán y toma en cuenta que seguro irán niños que comerán menos.
Tomar estas provisiones hará que nadie se quede sin ración del delicioso pavo y que tampoco te quedes con un recalentado que pueda alimentar a un pelotón entero.
Siéntelo antes de elegirlo
Especialmente si compras uno fresco y sin congelar, trata de tocarlo todo y reconocer si tiene algún hueso roto o incluso algún moretón. En caso de que sea así, no lo compres. Cuando sí se trate de uno congelado lo único que te queda hacer es revisarlo visualmente. Esofunciona.
Fuentes: Trome | En Colombia