La pechuga de pollo es la proteína más cotidiana para tener disponible en la nevera, pues es más económica que otras aves o carnes, y es baja en grasas, fácil de cocinar y apropiada para casi cualquier ocasión. Sin embargo, a veces solemos encasillarnos en ciertas formas de prepararla; pero hoy te proponemos esta receta fácil, algo picante, con un delicioso toque de limón, acompañada de pan crujiente, que te encantará.
Cabe mencionar que, si la acompañamos de una cama de lechuga, le dará un toque de frescura. Por otra parte, para ahorrarnos el marinado previo para tener el platillo listo en tan solo media hora, cocinaremos primero la carne en la plancha, marcándolo por ambos lados; para que después le añadamos agua que ayudará a que termine de cocerse sin que queden secas las pechugas. El marinado viene después, cuando retiremos del fuego. A continuación te guiamos para que te quede delicioso.
- Si es posible, saca el pollo de la nevera unos minutos antes, para que se atempere y puedas secar con papel de cocina.
- Precalienta el horno a 190ºC, lava los limones, exprime el zumo y reserva uno para rallar la piel fina. Ralla o pica muy fino el ajo. Lava y seca la lechuga.
- Coloca las rebanadas de pan en un plato, pinta con dos cucharadas de aceite, sala ligeramente y hornea 10-15 minutos, dándoles la vuelta a mitad del tiempo. Deben quedar muy doradas y crujientes, sin quemarse. Puedes utilizar pan de días anteriores y aprovecharlo.
- Bate en un cuenco tres cucharadas del aceite restante con el zumo de limón, la ralladura, el orégano, el ajo, los copos de chile y 1/2 cucharadita de sal. Reserva.
- Calienta una sartén con el aceite restante, salpimenta el pollo y dora a fuego medio-alto hasta que quede dorado por ambas caras, girándolos solo una vez; serán unos 5-7 minutos por cada lado.
- Agrega 60 ml de agua, tapa y mantén la cocción unos entre 5-10 minutos, según el grosor del pollo. Comprueba que no sigue crudo por dentro con un pequeño corte o un termómetro de carnes.
- Pon la marinada de limón por encima, mezclando bien todas las piezas. Dispón una fuente con la base de lechuga, añade el pollo y reparte el pan crujiente roto en piezas con las manos. Si deseas, añadir un poco más de orégano, pimienta o ralladura de limón, puedes hacerlo.
Con qué acompañar las pechugas picantes al limón
Si ponemos una base más generosa de lechuga bajo el pollo, tendremos ya la guarnición incluida para esta pechuga picante al limón con pan crujiente. Podemos llevar a la mesa algo de arroz aromático tipo basmati, o unas papas cocidas o asadas, aprovechando que encendemos el horno. También queda perfecto si agregas una ensalada de pimientos asados. Es una receta fácil para preparar en cualquier ocasión. ¡Disfrútala!
Fuente | LILIANA FUCHS – Directo al Paladar |