No conozco una sola persona en todo el mundo a la que no le gusten las costillas de cerdo. Se trata de un platillo muy simple pero con un sabor inigualable. la mejor parte del asunto es que en realidad es un plato muy sencillo y económico, con sólo un poco de tiempo en el horno puedes preparar un platillo delicioso que hará que toda la familia se chupe los dedos con las costillas de cerdo más jugosas.
En realidad esta receta es muy fácil y rápida de hacer. Sólo necesitarás un poco de tiempo para preparar la carne con antelación y el resto del proceso de cocción se lo puedes dejar al horno. ¡Ni tendrás que estar al pendiente! Podrás estar terminando las preparaciones de alguna reunión familiar en lo que tus costillas se están preparando en el horno. Quedarán doraditas por fuera y tiernas y jugosas por dentro.
Esta receta es tan deliciosa que se olvidarán de las clásicas costillas con salsa BBQ. ¡Manos a la obra!
Vamos a iniciar machacando los ajos para formar una especie de pasta. Lo mezclamos con orégano, sal y pimienta. Echamos un buen chorro de aceite de oliva y mezclamos bien.
Pintamos las costillas con este adobo por ambas caras de la carne y las dejamos marinar por dos horas dentro del refrigerador.
Unos 15 minutos antes de sacarlas de refrigeración, vamos a precalentar el horno a 190°C.
Después colocamos la carne en un refractario y lo salamos un poco. Horneamos primero por media hora y después retiramos del horno y añadimos el vino blanco. Horneamos por otra hora y media más o hasta que la carne se separe del hueso fácilmente.
