Al igual que una botella de Coca Cola, una de las cosas más reconocidas en todo el mundo es el tradicional vaso blanco de papel con la sirena verde de Starbucks. Para muchos significa la anticipación de una bebida para recargar energías o levantar ánimos, pero este icónico utensilio de un solo uso se ha convertido en el blanco de grupos ambientalistas.
La Organización Internacional del Café estima que al año se utilizan 600 mil millones de vasos de papel y plástico. El problema es que una vez que nos terminamos nuestros lattes o frapuccinos, esos vasos terminan en basureros, o peor, en el océano como contaminación plástica. De todos estos desperdicios, Starbucks asegura que es responsable solamente del uno por ciento, es decir de 6 mil millones de vasos anualmente.
Sin embargo, por ser una de las compañías internacionales más reconocidas, los grupos ambientalistas culpan a Starbucks de ser un “monstruo de vasos”. El pasado 6 de marzo, se lanzó la campaña global "Starbucks: Break Free From Plastic" (Starbucks: Libérate del plástico), exigiendo que la compañía tome responsabilidad por su contribución a la contaminación por plástico.
La campaña le pide a Starbucks que desarrolle vasos de papel 100 por ciento reciclable sin un forro plástico. Que elimine los plásticos de un solo uso, como los popotes y las tapas; y que promueva entre sus clientes el uso de vasos reutilizables. Starbucks respondió asociándose con Closed Loop Partners, un grupo de inversión privado enfocado en bienes de consumo y tecnología sostenibles, y destinando 10 millones de dólares para el desarrollo de un nuevo vaso más ecológico mediante el concurso NextGen Cup Challenge, donde se otorgarán becas a emprendedores que trabajen en ideas para desarrollar un vaso para ser compostado o reciclado.
Los vasos de papel actuales de Starbucks están recubiertos con un forro delgado de plástico para evitar fugas, lo que los hace más difíciles de reciclar porque el plástico no se separa fácilmente del papel. No todos los países, o ciudades, cuentan con la infraestructura adecuada para procesar este tipo de vasos, así que muchos terminan en basureros. Pero no sólo es que el vaso sea ecológico, biodegradable o compostable, sino que debe de existir un procesamiento adecuado.
Incluso si Starbucks lograra desarrollar el vaso reciclable o compostable perfecto, el siguiente obstáculo sería asegurarse de que los clientes se deshagan de el de la manera adecuada, y de que las ciudades tengan la infraestructura de recolección de basura y reciclado adecuado para lograr un beneficio ambiental significativo.
Sin duda los utensilios desechables de un solo uso son un problema en todo el mundo. Starbucks es el blanco debido a que es una de las compañías con más presencia internacional, pero muchas otras empresas contaminan de la misma forma, o peor, con sus empaques. Aquí en México todavía es una práctica común servir café, atole o hasta esquites, en vasos de unicel. Nosotros como consumidores también debemos de poner nuestro granito de arena y buscar opciones más amigables, por ejemplo, utilizando un termo para el café o para el agua.
Imágenes | Daniel Spils | Keiichi Yasu | Bex Walton |
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