En estas últimas semanas tener cerca una bebida, postre o preparación refrescante es como encontrar un tesoro. Seamos sinceros, esta ola de calor era de esperarse, pero aun así el calor y bochorno nos tomaron por sorpresa en dimensiones. Para refrescarte es mejor que prepares dos litros de agua de sandía con fresa, con unos hielos y finalmente con trozos de fruta.
Esta agua además de fresca es bastante nutritiva por lo que las fresas y la sandía tienen que ofrecerte. Si te sobra (que lo dudamos mucho) puedes prepararte unas paletas de hielo para evitar desperdiciar esta deliciosura.
¿Cómo escoger la sandía más dulce?
Busca una sandía sin mayugaduras o cortes. Procura que sea de buen tamaño y con un peso consistente a él, eso indica que tiene una buena cantidad de pulpa y agua.
Busca una mancha amarilla indica que la fruta ha pasado más tiempo madurando y debería ser más dulce. Por el contrario, si es una mancha blanca indica que se cosechó demasiado pronto y no alcanzó la madurez máxima.
¿Cómo escoger las mejores fresas?
Saber si son las mejores o no depende de los sabores que te gusten porque depende del color, es el sabor dulce o ácido que tendrán. Las fresas serán más dulces si tienen un color rojo más intenso y brillante. A medida que maduran sus pigmentos se intensifican y concentran más, mientras que las fresas pálidas suelen ser más ácidas o insaboras.
Desinfecta la menta y las fresas, retira el rabito. Pica la sandía en trozos medianos para quitar las semillas.
Licúa la sandía, la fresa, el jugo de limón y las hojas de menta hasta obtener una mezcla fina y fluida.
Vierte el licuado de frutas, hielos y un litro de agua. ¡Decora con rebanadas de sandía o fresa!
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