El clericot, o clericó, es una de las bebidas más interesantes para quienes buscan alternativas de cocteles con un contenido de alcohol poco elevado. Originalmente este coctel se prepara con vino blanco seco y algunos versiones usan vino tinto ligero. En cuanto a las frutas, se suelen usar frutas cítricas o tropicales según el país en el que se prepare.
Hoy te propongo una versión personal de un delicioso clericot de vino espumoso que es perfecto para disfrutar en una reunión entre amigos. Es una bebida refrescante cuyas burbujas aportarán una dinámica muy agradable a al bebida. Como no deseo que sea una versión muy ácida limitaremos el uso de cítricos para mantener cierto equilibrio con el vino espumoso.
Si quieres animarte a preparar esta deliciosa bebida refrescante, lo único que necesitarás serán utensilios básicos de cualquier bar casero.
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Vamos a cortar en dos el durazno y las ciruelas. En seguida los cortamos en trocitos y colocamos en una jarra. Agregamos unas gotas de jugo de limón y la crema de Cassis. Revolvemos y agregamos hielo.
Vertemos poco a poco el vino espumoso revolviendo todo el contenido con cuidado. No queremos eliminar muchas burbujas por lo que hay que evitar revolverlo como si fuera una "cuba". Agregamos más hielo y servimos en copas de tipo flautas o en vasos cortos tipo old fashion según lo que tengamos disponible.
Con qué acompañar el clericot espumoso
La mejor manera de disfrutar de este delicioso clericot espumoso es bien frío por lo que te recomiendo servirlo con hielos y dejarlo en refrigeración si preparan una jarra grande. Lo puedes ofrecer junto con unas ricas botanas hechas en casa y con la mejor compañía. Como siempre lo más importante es compartirlo con responsabilidad y moderación.
