El agua de melón tradicional es un clásico de las mesas mexicanas por su sabor dulce y refrescante, ahora imagínala con un toque de leche condensada y otro de leche evaporada: el resultado es un agua de melón cremosa, riquísima para tomar con muchos hielos y disfrutar durante la comida y hasta como postre.
Para preparar esta agua de melón cremosa solo necesitas melón, ya sea naranja o verde, leche evaporada, leche condensada, extracto de vainilla y agua. Lo ideal es elegir un melón muy maduro y dulce porque aportará jugo y ese sabor intenso que se disfruta en una bebida de este tipo.
Tips para elegir un melón maduro
Un melón maduro suele tener un color uniforme y dorado, no verde.
La piel debe tener una textura ligeramente áspera no de muy dura.
Un melón maduro debe tener un olor agradable y dulce que surge de la base de melón. Si la fruta no huele a nada, lo más seguro es que no esté maduro.
La fruta debe tener una textura firme, pero no muy dura. Debe ceder al tacto cuando lo presionas con los dedos.
Un melón maduro se va a sentir más pesado que uno que aún no está en su punto.
Utilizando estas pruebas podrás elegir un melón maduro y delicioso para preparar esta bebida.
Qué hacer con el agua de melón restante
Está agua fresca es tan rica que difícilmente va a sobrar, pero si esto llega a pasar tenemos algunas ideas para utilizar esta agua fresca.
Paletas heladas: Vierte el agua restante en moldes para paletas heladas y congela. Tendrás unas deliciosas paletas heladas a la hora del postre.
Frappé de melón: Licua el agua de melón cremosa con hielos hasta obtener la textura de frappé.
Avena de melón: Mezcla el resto de agua de melón con hojuelas de avena y almacena durante toda la noche. Al siguiente día tendrás un delicioso desayuno de avena que sabrá a postre.
Hielos de melón: Vierte el agua en una charola de hielos y congela. Utiliza los hielos para darle sabor a bebidas.
Corta el melón por la mitad y quita las semillas.
Pela y corta el melón en trozos pequeños, ideales para licuar.
En una licuadora, agrega los trozos de melón, la leche evaporada, la leche condensada, el agua fría y el extracto de vainilla, si eliges usarlo.
Licúa hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
Prueba la mezcla y añade azúcar si deseas un sabor más dulce. También puedes ajustar la cantidad de agua según prefieras la consistencia de tu agua fresca.
Llena un vaso con hielo.
Vierte la agua fresca de melón sobre el hielo.
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