A primera vista, hay una planta en el jardín que parece una mala hierba sin importancia e incluso irritante. Sus hojas punzantes y su apariencia de maleza le han dado la reputación de “planta invasora” y muchos de nosotros no prestamos atención a ella. Pero cuando te tomas el tiempo para conocerla mejor, descubres que es un verdadero tesoro para el jardín.
Estamos hablando de la ortiga, una planta herbácea con hojas verdes y aserradas. Esta especie es ampliamente reconocida por sus propiedades y se utiliza en la herbolaría para mejorar condiciones inflamatorias, como la artritis y el dolor muscular, aunque es muy importante visitar a un médico especialista antes de incluir algún remedio herbolario en nuestra vida.
Ortiga: por qué deberías prestar atención a esta planta
Pero en esta ocasión no nos enfocaremos en los beneficios de la ortiga para el jardín, la ortiga tiene aplicaciones en la jardinería orgánica. Sus restos orgánicos actúan como un eficaz repelente de plagas y pueden prepararse en forma de fertilizante natural. Quienes la usan en el jardín notan cómo las plantas se vuelven más fuertes y están protegidas contra los insectos.
La ortiga es rica en nitrógeno y otros minerales que favorecen el crecimiento y desarrollo saludable de las plantas. Por eso, puedes utilizarla para preparar un fertilizante líquido y aplicarlo a las plantas para que absorban mejor los nutrientes del suelo. Así, crecen con más vigor y son más resistentes a las enfermedades. Con solo un poco de agua y ortigas maceradas, es posible crear una solución para rociar sobre las plantas, protegiéndolas de plagas sin necesidad de productos químicos.
Desde el momento en que empiezas a usar la ortiga en el jardín, te das cuenta de cómo mejora la salud y la apariencia de las plantas vecinas. Por lo tanto, en lugar de eliminarla, valora esta planta como un recurso indispensable que ayuda a cuidar tu jardín de forma sostenible y eficaz.
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Artículo original publicado en Tudo Gostoso.
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