Para empezar nuestro lunes sin carne, trajimos una de nuestras recetas con quinoa favoritas; cómo hacer un bowl mediterráneo, con ensalada de quinoa. Es increíblemente fácil y saludable para preparar a cualquier hora del día. La dieta mediterránea ha demostrado ser una maravilla desde hace décadas. No es fortuito que, desde 2010, la UNESCO la declarara como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por sus prácticas saludables, que reditúan en la mejor calidad de vida de quienes la insertan en sus rutinas alimentarias.
Y entre otro de nuestros ingredientes favoritos está la quinoa con sus grandes propiedades y la gran apuesta que se le tiene por ser un alimento del futuro. Una de las formas más comunes de utilizarla es para preparar panes, galletas o alimentos afines debido a que no contienen gluten, así que la tuestan y pulverizan para volverla harina.
Del mediterráneo al plato
Tal como su nombre lo dice, la dieta mediterránea proviene del Mediterráneo. Los países de donde proviene principalmente son España, Portugal, Francia, Italia, Grecia y Malta. No obstante, se sabe que una parte de sus beneficios puede aprovecharse sin importar el sitio desde el que se acceda a ellos. Todo depende de autoinculcarnos hábitos de consumo similares a los de los europeos que la practican todos los días, y de hacer consciencia de comprar ingredientes que se asemejen en calidad y frescura a lo de allá.
Ahora bien, ¿qué hay sobre la quinoa? Además de ser baja en grasas y libre de gluten, también es alta en vitaminas B2, B6, C y E. Lo que la vuelve un ingrediente perfecto para una receta energética y ligera. Ya que al cocinarse adquiere un sabor muy similar a la nuez; con esta receta vas a sentir que estás comiendo la ensalada más completa que hayas probado.
Tips para preparar tu ensalada mediterránea
Puedes ponerle más ingredientes, como aceitunas negras y queso feta, eso depende de tus gustos.
Para desangrar la cebolla (sí eliges integrarla en el plato) puedes dejarla unos minutos sumergida en agua con sal, limón y vinagre.
El aceite de oliva es muy importante, de preferencia, que sea extra virgen. Recuerda que esta debe ser tu grasa única en el platillo.
Lavamos y desinfectamos todos nuestros vegetales perfectamente.
Vamos a empezar por cortar los jitomates cherry por la mitad, los pepinos los partimos en mitades, cubo o rodajas -según sea tu preferencia-, cortamos la cebolla en julianas y puedes dejarla reposar en vinagre.
En un bowl vamos a llevar nuestras hojas verdes, los jitomates, el pepino, la cebolla y la quinoa para mezclarlos e incorporarlos uniformemente.
En una taza mezclamos el jugo de limón, el vinagre, un chorrito de aceite de oliva, sal, orégano y pimienta.
Finalmente, agrega este aderezo a la ensalada y mezcla. ¡Ahora sí puedes disfrutar!
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