Cuando pensamos en crepas de inmediato nos viene a la mente una crepa de cajeta, algo frutal como fresas, plátanos o duraznos y sobre todo el topping de siempre como el helado de vainilla o la crema batida, pero ¿no se te antoja algo diferente, algo como receta salada? A nosotros nos encantan las crepas dulces, pero para variarle un poquito a la presentación decidimos preparar unas crepas saladas de chile poblano para integrarlas a nuestros menús.
La ventaja de las crepas es que tienen una preparación sencilla, tienen un sabor incomparable y pueden complementarse con ingredientes que seguramente ya tenemos en la despensa o en el refrigerador. ¡No les tengas miedo! Es cuestión de tener técnica y práctica para lograr la crepa más bonita que ni en las cafeterías más famosas puedan tener y sobre todo un relleno delicioso y antojable.
Breve historia de las crepas
La palabra crepa, según el Diccionario Panhispánico de Dudas, es tomada del Francés crêpe es antigua, tan antigua que data de la Francia medieval, en la zona de Bretaña en el tiempo en que los agricultores elaboraban un tipo de torta de consistencia crepitante (o sea de sustancias líquidas o semilíquidas muy fluidas). Las crepas además de tener pocos ingredientes, combinan con todo: existen opciones saladas, dulces y mixtas. Hay de todo para todos los tipos de paladares y eso las hace una receta versátil para comerla a cualquier hora del día.
Los secretos para la perfección
No necesitas ser un experto para poder prepararlas o tener las herramientas más sofisticadas, puedes prepararlas incluso en sartén, pero qué mejor que tener una crepera para vivir la experiencia francesa casi por completo, pero sí es necesario aplicar estos trucazos para que te salgan perfectas las crepas.
Tamizar la harina: esto ayudará a que la mezcla te quede tersa porque no tendremos esos molestos grumos en la mezcla.
Refrigera: refrigerar la masa antes de cocinarla es el paso clave para que la masa quede con el grosor deseado y, podamos cubrir el fondo del sartén sin dificultades. Así la crepa perfecta te va a salir más rápido de lo que crees.
Sartén antiadherente: va a facilitar desprender la crepa al momento de voltearla y evitará que se rompa y no tendremos que agregar mantequilla extra.
Regula el fuego: el peor error que puedes cometer es encender el sartén y verter la masa de inmediato. Primero debes calentar el sartén a fuego alto por tres minutos, en cuanto agregamos la masa se baja el fuego al mínimo para evitar que se queme la crepa.
Darle su tiempo a cada crepa: recuerda, que una vez hayas retirado la crepa del sartén, sube nuevamente la llama y déjalo calentar un poco antes de hacer otra crepa.
Vamos a empezar por preparar las crepas integrando todos los ingredientes en una batidora de vaso o en la licuadora. Empezamos por los ingredientes líquidos y seguimos por los ingredientes secos. Es importante tamizar una o dos veces la harina para que la masa quede ligerita y sin grumos.
Como en esta ocasión serán crepas saladas agregamos media cucharada más de sal.
Batimos bien hasta que la mezcla sea homogénea y ligera. Con ayuda de una pala de madera o de plástico, remueve la harina seca de los bordes para que todo termine de batirse bien.
Ahora derretimos la mantequilla (puedes hacerlo en el microondas, bastará con dejarla de 5 a 10 segundos) y la vertimos sobre la mezcla. Revolvemos bien una vez más.
Dejamos reposar nuestra masa en el refrigerador por al menos 30 minutos. Recuerda taparla bien.
Mientras nuestra masa reposa, vamos a limpiar los chiles poblanos de las semillas y las venitas, después vamos a cortar en julianas. Si tienes tiempo puedes ponerlos en un comal para tatemarlos, pero como esta receta es rápida nos saltaremos ese paso.
Una vez cortados en julianas vamos a llevar al sartén caliente con una cucharadita de mantequilla. Empezamos a sofreírlos por dos minutos con sal y pimienta al gusto.
Pasados los dos minutos vamos a agregar los granos de elote a nuestro sartén y agregamos una pizca más de sal si es que son en crudo, si son de lata no hay nada más que adicionar.
Déjalos sofreír por cinco minutos más y está listo. Volvemos con las crepas.
Escogemos una sartén antiadherente y la ponemos a fuego medio. Derretimos media cucharadita de mantequilla y la repartimos bien por toda la superficie.
Ahora vertimos un chorrito de masa, lo suficiente para que apenas y se cubra el fondo del sartén con una capa muy fina. La movemos bien para que se extienda bien y quede redonda.
Es normal que esta primera crepa no quede perfecta, no pasa nada, solo volvemos a intentar porque en lo que la sartén va adquiriendo la temperatura adecuada. Esta es la de prueba, que ayudará a que las siguientes salgan perfectas.
Una vez que ya vayamos con las siguientes crepas, esperamos a que se doren bien por un lado durante un minuto. Les damos la vuelta con la ayuda de una espátula y las dejamos dorar por un minuto más del otro lado.
Las retiramos, colocamos en un plato y cubrimos con un pequeño mantel de algodón para mantenerlas calientes en lo que terminamos con la cocción de toda la masa.
Una vez con todas las crepas listas, vamos a untar de forma abundante el queso crema sobre la crepa y por último nuestras rajas.
Envolvemos en forma de rollito o triángulo y listo. ¡Crepas listas!
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