La cocina es donde pasamos la mayor parte del tiempo, preparamos la comida que consumimos, la que compartimos con nuestros invitados o donde nos preparamos algo tan sencillo como agua o café. Todo eso es lo que nos va a nutrir o enfermar (si es que no tomas las medidas adecuadas), por eso es importante saber cuáles son las cinco cosas que sí o sí debemos de limpiar diario en nuestra cocina.
La limpieza del hogar es indispensable por varios motivos; el Feng shui defiende la limpieza y organización para tener un ambiente en el que pueda fluir la abundancia y la buena energía, pero si esto tal vez no es lo tuyo, entonces solo considera la higiene como motivo principal para limpiar todos los días los siguientes elementos.
1. Los trapos de cocina
Una de las cosas que más usamos en la cocina son los trapos; los usamos para limpiar el fregadero, la estufa, para secar trastes, para envolver tortillas, ¡para todo! Por ello, es muy relevante que todos los trapos que empleamos en la cocina estén perfectamente limpios y que en la medida de lo posible tengan un solo uso. Se ha demostrado que los trapos son transportadores de diferentes agentes microbianos, sobre todo en las cocinas. Aquí te dejamos la forma correcta de lavarlos.
2. Los trastes sucios
Pareciera que es muy obvio este punto, pero recordemos que en la vida realmente son pocas las cosas que resultan obvias. Los agentes microbianos son los huéspedes de honor no deseados en las cocinas, aunque no se manifiesten a simple vista están ahí y lo mejor que podemos hacer para reducir su presencia es lavar los trastes lo más pronto que podamos. ¿Por qué? Es probable que dejemos un poco de salsita embarrada en el plato, algunos granos de arroz o huesos de la carne, y si son pocos utensilios los vamos dejando que se junten más y más (para que valga la pena el esfuerzo de lavarlos) hasta que se convierten en una montaña tediosa de trastes, y de pilón con un olor poco agradable.
El reposo de trastes sucios y restos de comida es el ambiente perfecto para que crezcan colonias de bacterias en nuestro fregadero y los utensilios. Podrías pensar que lavar los trastes es lo de menos, pero ¿y el fregadero? Mejor lávalos con un buen jabón de trastes al menos una vez al día.
3. La estufa
Sabemos que lavar la estufa no es la cosa favorita de algunos, pero si lo pensamos estratégicamente, si la lavamos con una esponja con jabón para quitar las manchas de aceite, enjuagamos y luego pasamos un trapo con agua remojada con un chorrito de cloro; resulta que nos facilitamos la existencia porque esas manchas de grasa no se van a fosilizar en nuestras parrillas, ni ingeriremos aceites quemados en nuestros alimentos futuros y no nos tomará horas lavarla después, solo invertiremos tres minutitos de nuestro día a nuestra estufa.
4. El fregadero
Así es, como lo vimos en el segundo punto en el fregadero, es donde nos deshacemos de la suciedad de los trastes y a veces hasta de los trapos, nos lavamos las manos y algunos ingredientes de nuestras preparaciones, pero ¿qué pasa si nos olvidamos de lavar este lugar a donde va toda la suciedad? Se convierte como en un hotel cinco estrellas para microorganismos que no deberían crecer ahí y solo las llevamos de un lugar a otro. Si me lavo las manos y las llaves del grifo tienen algún agente microbiano, es como si no lo hubiera hecho y me llevo a los huéspedes incómodos a la cara o a la boca. Mejor lava tu fregadero con agua y cloro.
5. La esponja lavatrastes
Aunque veas pequeña y esponjosa a esa esponja, zacate o escobeta, no significa que no sean de los elementos más importantes y que sí o sí deben estar limpios no solo una vez al día, sino en cada uso que le demos. Si lavas trastes tres veces al día, las tres veces debes de lavar y desinfectar tu esponja o el aditamento con el que estés acostumbrado a limpiar tus utensilios. En primer lugar, si nuestra esponja tiene suciedad y comida: embarramos la misma suciedad con un poco de jabón, pero no limpiamos; en segunda, no podemos ver la cantidad de bacterias y microbios que se quedan ahí en nuestros trastes, el fregadero y la esponja; y en tercera la esponja al ser un ambiente húmedo es el lugar más que perfecto (es como el cielo) para la reproducción microbiana. Recuerda que debemos lavarla con cloro y dejarla secar en un sitio fresco.
Ahora ya sabes, no olvides estos cinco elementos al día a la hora de limpiar nuestra cocina.
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