A raíz de la Ley del Guante, entraba a California, prohibiendo todo contacto con las manos de los alimentos para venta del público, las quejas no se hicieron esperar, y es que... cocinar con guantes no es fácil ni permite que exista una "conexión" con los alimentos.
En California, Estados Unidos, recién entró en vigor la ley que obliga a utilizar guantes desechables a todo aquél que esté en contacto con los alimentos, ya sea en la cocina, bar, o en el servicio a las mesas, y miles de trabajadores de la industria alimenticia, están recabando firmas para que la deroguen, y debe aclararse que es una Ley a nivel nacional, incluida en el código alimentario de la FDA (Food and Drug Administration). La oposición a esta norma ha llegado incluso a lanzar una petición a través de la plataforma Change.org
Con mucha razón, aducen que el portar guantes hace que ya no se laven las manos, pero no que se cambien de guantes con la misma frecuencia con la que se las lavaban, y esto incrementaría el riesgo de contaminación y falta de higiene, amén de que la cantidad inmensa de guantes de látex, desechados, no estaría en armonía con el planeta y la prohibición del uso de bolsas plásticas por cuestiones ecológicas, resultaría absurda.
Como cocinera, me gusta sentir lo que hago, y aunque en algunos momentos, utilizo guantes, más por la molestia de quitarme el olor de algunos alimentos o por prisas para hacer dos cosas a la vez, en que me es más rápido quitarme un guante, que lavarme las manos llenas de aceite o con olor a ajo, sé que no se compara cocinar con guantes a cocinar sin ellos, y ciertamente, como dueña de restaurante, observadora quisquillosa de quienes me ayudaban, sé que nuestras manos eran las manos más limpias de todas.
Entonces, aunque se ve mas higiénica una persona con guantes, cubre bocas, red o gorro, y delantal, las manos, si están debidamente lavadas, si las uñas están recortadas y se cepillan correctamente, seguramente, en higiene, le ganan a un par de guantes que se sacaron de la bolsa en calidad de estériles si piensan en los de uso quirúrgico, pero que solo se sacarán de las manos para tirarse, lo que conlleva a imaginar todo lo que éstos tomarán y harán... que se quedará en ellos y por ende, en lo que toquen.
Así que, ¿Con guantes o sin ellos? ¡Difícil decisión! seguramente muchas personas, prefieren la sensación de "higiene" que brinda un empleado o chef "cubierto", que uno con las manos desnudas.
En Directo al Paladar, les dejo el enlace de otras curiosidades en el mundo de la gastronomía como la Bolsa para terminar la cocción de nuestros platillos, y ¡Sin enchufes ni combustibles!. ¿Y que les parece la idea de poder poner su salsa de tomate en las papas sin pelear porque salga de la botella? Pronto estarán en los anaqueles los "Envases anti-adherentes".