¿A qué edad te enteraste que el caldito que te daba tu abuelita con verduras, arroz y pollito se llama caldo de Indianillas? Esta es la sopa que lleva garbanzos, arroz y verduras, es un plato completo, abundante y económico que todos hemos comido alguna vez en nuestra vida.
Para estos días de lluvia este caldo o sopa de Indianillas es perfecta para apapacharnos, compartir con la familia los domingos, y si le agregas unas gotas de limón, rebanadas de aguacate y un poco de chilito, ¡ufff!
Por qué se llama caldo Indianilla
El caldo de Indianilla es un caldo hecho a base de gallina, garbanzo, arroz, cebolla y zanahoria, que por su contendio es altamente nutritivo, pero ¿qué es la Indianilla? La Indianilla fue una extensión de tierra que recibió su nombre debido a que se formó con las propiedades pertenecientes de tres mujeres indígenas, quienes a finales del siglo XVII le vendieron dichos terrenos ubicados hoy al sur de la Ciudad de México.
Los servicios ferroviarios de aquellos años tenían distintos horarios de madrugada, por lo que fueron requiriendo de servicios alimentarios para los conductores, por lo que el caldo de gallina que con sus condimentos proveía los nutrientes necesarios para los conductores de travías y trenes. De esta forma nació el “caldo de indianilla” que se popularizó por todo el centro del país de donde era originario.
Cómo hacer el mejor caldo de pollo para caldo Indianilla y cualquier sopa
Si decides preparar el caldo por separado, puede que sea un poco más laborioso, pero el sabor queda riquísimo.
Lleva tus piezas de pollo a cocinar con 3 litros de agua, 1/3 de cebolla blanca, 2 dientes de ajo, 1 hoja de laurel, 2 ramitas de cilantro y sal.
El caldo de Indianilla lleva pollo deshebrado, por lo que puedes integrar muslos o pechugas para acompañar con las verduras, pero si por alguna razón deseas excluirlo, prepara tu caldo con un huacal de pollo; aportará mucho sabor.
Una vez que esté hirviendo el caldo, retira la espuma blanca porque queda negro y hay sangre en ella aunque tenga proteínas.
Antes de integrar las verduras, el garbanzo y el pollo deshebrado, no olvides retirar la cebolla, el ajo y las hojas de laurel.
Deja remojando tus garbanzos desde un día antes, o en su caso remójalos en agua caliente con una cucharadita de bicarbonato.
En una olla profunda pon a cocinar las piezas de pollo, los garbanzos, dos hojas de laurel, cebolla, 3 litros de agua y sal al gusto. Recuerda que la carne debe ir sin piel para que tu caldo no sea tan grasoso.
De vez en cuando no olvides quitar la espuma que se haga en la superficie.
Corta la zanahoria, chayote, las papas y la calabacita, como de un centímetro por un centímetro.
Para este punto seguro el caldo ya empezó a hervir. De ser así, baja la flama de la estufa, tápalo y agrega el arroz.
Cada que puedas ve fijándote en cuan cocidas están ya las verduras, la carne y el arroz. Una vez que ya estén, saca todo lo que puedas de la cebolla y el pollo.
Apaga un momento la olla, deja que el contenido enfríe unos cinco minutos y luego deshebra la carne y retira los huesos.
Deja atemperar y acompaña con chile serrano picado al gusto y gotitas de limón.
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|Imágenes obtenidas vía Wikimedia|
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