Los opioides son unas sustancias que nuestro cuerpo produce de forma natural y que llenan nuestro sistema nervioso de sensaciones de placer como cuando escuchamos música, bailamos o cuando comemos. Según un estudio publicado en la revista científica The Journal of Neuroscience, comer libera una buena cantidad de opioides en el cerebro.
Lo interesante de este estudio es cuando se analiza el efecto que tiene la pizza en nuestro cerebro. Los investigadores utilizaron imágenes de tomografía por emisión de positrones (PET) para medir los niveles de opioides liberados en el cerebro. Se midió la radioactividad en tres etapas diferentes: después de un ayuno nocturno, una bebida nutricional de alto contenido calórico sin sabor y una deliciosa pizza.
En comparación con la bebida nutricional, cuando se le pregunto a los participantes, la pizza ocasiono un aumento significativo de sentimientos agradables. Pero lo que sorprendió a los investigadores es que en el cerebro se liberaron más opioides durante el consumo de la bebida nutricional que durante el consumo de la pizza. La conclusión es que comer desencadena la liberación de opioides, incluso en ausencia de experimentar un placer subjetivo asociado con el alimento.
Estos resultados pueden tener un gran impacto en el estudio de desórdenes alimenticios. El sistema opioide regula la alimentación y el apetito, se sabe que alteraciones en este sistema son el causante de la obesidad mórbida. La sobrealimentación puede estimular constantemente el sistema opioide, llevando al desarrollo de la obesidad.
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