La enterocolitis por salmonela o salmonelosis es una de las enfermedades más comunes transmitida por alimentos. En época de calor es cuando más aparecen casos de infección por salmonelosis. Es en verano cuando más riesgo se tiene de contraer esta infección debido a las altas temperaturas, ya que, las bacterias suelen desarrollan en medios cálidos.
La manipulación higiénica de los alimentos es de suma importancia para evitar salmonelosis, es por esto que debemos tener especial cuidado en la conservación de alimentos puesto que son vulnerables de ser contaminados por esta y otras bacterias en climas cálidos.
Los alimentos pueden contaminarse desde el inicio o después por una contaminación cruzada o a través de una persona infectada por la bacteria que manipule los alimentos. Los más implicados en las salmonelosis son especialmente productos de origen animal, tales como huevos y sus derivados, aves, carnes frescas, embutidos, leche y sus derivados, pescados y mariscos, entre otros.
Los principales síntomas de la salmonelosis son:
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Cólicos, sensibilidad o dolor abdominal
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Escalofríos
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Diarrea
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Fiebre
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Dolor muscular
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Náuseas
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Vómitos
Los síntomas pueden aparecer entre 8 y 72 horas después de haber comido el alimento contaminado.
PREVENCIÓN
La principal recomendación para evitar riesgos es adquirir siempre alimentos de calidad en lugares que sean de confianza, prestando especial atención a su correcto almacenamiento así como al etiquetado, que nos da una idea sobre la composición y conservación.
El huevo es portador de salmonella, es por esta razón que de ninguna manera debe comerse crudo. Al momento de comprarlos debemos revisar que su cascarón este intacto, es decir sin fracturas, rotos, manchados y con restos de heces.
Otra causa común, es la contaminación cruzada de los alimentos, esto se refiere a la transmisión de bacterias de un alimento crudo a uno cocinado. Esta contaminación se puede presentar por contacto directo o mediante utensilios como cuchillos, trapos, tablas para picar o las manos.
Para reducir el riesgo de contaminación cruzada es importante:
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Lavar utensilios, tablas, superficies y manos al cambiar de un alimento a otro o de uno crudo a otro cocido.
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Cambiar con frecuencia de trapo o utilizar servitoallas desechables.
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En el refrigerador: almacenar los alimentos en recipientes tapados, colocando los cocidos en la parte superior y los crudos debajo.
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Evitar utensilios y tablas de madera, ya que estos guardan bacterias..
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Si vas a servir algún alimento, no los contamines reutilizando cucharas de otros platillos, utiliza siempre utensilios limpios.
Como podrás observar, la higiene es muy importante para evitar infecciones alimentarias. En puestos ambulantes, en donde la higiene es precaria, los alimentos de dudosa calidad y sin medios de refrigeración, es probable que corramos el riesgo de adquirir salmonelosis. Cabe destacar que a los primeros síntomas hay que actuar para evitar que la infección avance.
En conclusión, la mejor manera de prevenir una infección por salmonella es una correcta higiene, aunado a una completa cocción de los alimentos debido a que a temperaturas mayores a 60° C las bacterias se destruyen. También evitemos en lo posible ingerir alimentos en la vía pública, a menos que tengamos confianza en que la preparación y manipulación de los alimentos ha sido adecuada. Difícilmente podemos saber este último punto, pero algo en nuestro interior nos puede alertar y desconfiar en el establecimiento. En estos casos es mejor ir a la segura y consumir alimentos llevados de casa o en cadenas comerciales de comida rápida y/o restaurantes.
Más información | Enterocolitis por salmonela
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