Es muy común que entre las personas amateurs o inclusive sin ningún hábito deportivo en su vida, escuchen hablar del Ironman y, sin saber a ciencia cierta qué es, lo clasifiquen como algo extremo, imposible y solo para "loquillos" del deporte. Hasta que empece a correr, yo era una de ellas. Después de correr mi primer carrera y adentrarme en el mundo del running, empece a oir cada vez con mas frecuencia la competencia de Ironman y a investigar un poquito más al respecto, después de todo, dicen, que cuando nos adentramos en una disciplina, es motivador siempre ver hacia adelante, soñar y creer que todo es posible, por lo que no es una locura que después de correr tus primeros 21k pienses en un maratón e incluso divagar con un triatlón. El Ironman, es la prueba mas exigente para triatletas al rededor del mundo, convocando a personas que exigen llevar a su cuerpo al límite a través de 3,800 mts de natación, 180km de ciclismo y 42km de carrera en un tiempo máximo de 15 a 17 horas dependiendo la sede del evento.
He tenido la oportunidad de platicar y conocer a diversas personalidades nacionales que han completado un Ironman y de todas puedo coincidir en una conclusión: el Ironman es una competencia de 4 disciplinas en lugar de 3; ciclismo, natación, carrera y mente. Inclusive hay quienes dicen que para participar (y completar) un Ironman se requiere el 30% de preparación física y el otro 70% de preparación mental.
Lo anterior hace mucho sentido cuando analizas que la preparación psicológica, la predisposición, el valor y la entereza debe ser mas fuerte que cualquier síntoma de cansancio o dolor físico durante las horas de esta competición, lo cual me lleva al concepto radical de este post, si comparamos en una analogía la vida diaria, con el Ironman, es exactamente lo mismo; luchar ante la adversidad, no dejarse vencer por el miedo, los obstáculos, las subidas, las complejidades diarias y crecer como personas, como empleados o dueños de negocios, como parejas, como seres humanos que vivimos y respiramos a diario el "Ironman de la vida".
Llegar a un Ironman no es sólo entrenar, ser elegido y cruzar la meta; es una forma de ver la vida que se aplica al diario, en todas la situaciones que se nos presentan inclusive se dice, que los mejores atletas del mundo ejercitan continuamente la fuerza mental, mas que la corporal.
Nuevamente, al igual que en la vida diaria, entrenar para un Ironman requiere no solo de esfuerzo, sino de un enorme sacrificio; las cosas buenas no llegan por si solas. Hay quienes confirman que lo mas difícil de un Ironman no es el día de la competencia, sino todo el entrenamiento previo (recomendación mínima de 20 semanas) con 15 horas semanales dedicadas al acondicionamiento físico. Esto evidentemente se ve reflejado en deficiencia en las relaciones interpersonales con familia, pareja y amigos, complicaciones para compaginar agenda laboral con la deportista, horas de sueño y descanso que se ven seriamente afectadas y un muy importante sacrificio alimenticio, con la dieta especial y estricta que se debe de llevar a diario.
A final de cuentas, entrenar para un Ironman es equivalente que entrenarnos para la vida, en ambos casos debemos saber que el orden, la perserverancia y los deseos de salir exitosos nos llevarán al cumplimiento de nuestras metas y objetivos y entre más trabajemos en ellos, entre más estemos decididos a dedicarle tiempo y pasión a lo que hacemos, aseguramos una posición privilegiada en la tabla de resultados; o en un trabajo, o en nuestro grupo social, o en cualquier actividad de la vida diaria.
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