Cada año nos ponemos como propósito el hacer ejercicio, pero lo que más nos cuesta es iniciar. Algunos lo hacen gradualmente y unos tantos empiezan dándolo todo desde el comienzo. Nosotros preferimos ir poco a poco, sabemos que el ejercicio es necesario aunque puede que no sea nuestra cosa favorita. Estas claves te van a enseñar a mejorar tu condición física y tu salud desde tu casa.
Como todo en la vida, requiere dedicación y esfuerzo y es importante aclarar que estas claves son para poder iniciar en el hábito de mejorar nuestra condición física y nuestra salud desde casa. Muchas veces no disponemos de nuestro tiempo como queremos y tenemos que encontrar la forma de adaptarnos para no dejar de procurarnos. Como el único tiempo 'libre' que tenemos es cuando estamos en casa te vamos a dar unos tips para que mejores tus hábitos desde ahí.
Es importante remarcar que, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston realizaron un estudio con el objetivo de comprender esta la relación de los beneficios que tienen las rutinas físicas con nuestra salud. Entre ellos se encuentra un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, y que, específicamente el ejercicio intenso mejora nuestro estado físico mucho más que actividades ligeras o nulas.
¿Qué es un ejercicio intenso?
Según el European Heart Journal (sitio donde se encuentra publicado el estudio) el ejercicio intenso es caminar unos 10,000 pasos diarios. No se necesita que sean todos en cierto lapso, deben de estar distribuidos a lo largo de tu jornada, y si lo analizamos bien; estar activo en tu día a día te puede dar un poco menos de 10,000 pasos diarios. ¿Cómo lo sabemos? Nuestros dispositivos móviles tienen una opción de contar los pasos que damos al día, y en uno bueno y movido podrías hacer incluso más.
¿Cómo empezar a mejorar mi condición y mi salud?
Aprovecha siempre que tengas oportunidad a subir las escaleras, por ejemplo, en tu casa, trabajo, en el metro, etc. Todos los escalones que te encuentres en tu día úsalos así tu condición física mejorará de poco en poco.
El home office hizo que nos costara mucho trabajo diferenciar nuestras rutinas del hogar, pero la salud en el trabajo no deja de ser importante, ya que la mayor parte de tu tiempo lo pasas allí y si es en casa pues no hay nada más que eso. Si tienes la oportunidad de trabajar desde tu casa y pasas muchas horas sentado o frente a la computadora, intenta hacer breves descansos. Levántate a dar una vuelta en el cuarto, ve al baño, toma agua, subir alguna escalera, y sobre todo evita estar en una misma posición durante horas, esto te hará liberar tensiones.
Una vez que tengas más control de tus horarios puedes establecer una rutina en casa, es importante que puedas ir aumentando la intensidad del entrenamiento y de la rutina, pero lentamente. Debes ser precavido con las lesiones.
Y como nada en la vida es mágico, es importantísimo poder combinar nuestro ejercicio gradual con una buena alimentación. No creas que una cosa no tiene que ver con la otra, por el contrario, sin hidratación y alimentación nuestro cuerpo y nuestra condición física no saben hacia dónde van. Así que el mismo estudio de la Universidad de Boston nos dice lo siguiente.
Hidrátate, procura consumir tu cantidad (porque cada cuerpo tiene necesidades distintas) de agua a lo largo del día. Puedes tener una botella siempre a la mano o usar recordatorios que te ayudarán a mantener el hábito y a mejorar tu salud.
Alimentación adecuada, no es necesario seguir dietas o regímenes estrictos y dañinos que a la larga nuestro cuerpo va a pasar la factura. Es preferible aprender a comer de forma intuitiva y dejar de confiar en dietas milagro.
Panifica tus comidas, este punto va de la mano con el anterior. Si planificamos nuestras comidas de forma semanal podemos ver la distribución de los grupos de alimentos para comer de forma balanceada.
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