Es tarde ya para una receta de Navidad, pero no para una cena de lujo con la pareja o amigos, y dado que tenemos un excelente Prime Ribe, voy a darles la receta y sobre todo los pasos para prepararlo al horno.
Es muy difícil tener este corte recién cortado y empacado, casi siempre lo conseguimos congelado, y dado que es enorme, debemos sacarlo del congelador dos días antes de prepararlo, dejándolo en la parte baja del refrigerador. Tampoco se aconseja mucho la parrilla, porque si no se cuida mucho, la grasa que escurre y el grosor de cada costilla, puede provocar que se queme por fuera y quede crudo por dentro, y no rosado y jugoso como sabe mejor.
Ingredientes
Una costilla por persona para mí es demasiado, pero es mejor que sobre y no que falte, lo demás es básico: sal y pimienta, nada más y no para la cocción.
Procedimiento
Para nosotros, marinar o untar la carne de tan excelente calidad con cualquier condimento, le quita sabor, así que, respetando a quienes le agregan vino, cerveza, hierbas, ajo, etc. me atengo a mis gustos por el sabor natural de la carne con sal, y casi casi, ni pimienta le pondría. La grasa de la carne, derritiéndose, marinando por sí misma la carne, es lo que otorga un sabor sin igual. La sal y la pimienta, si gusta, póngala en la mesa para que cada quien se la agregue a su gusto. Lo mismo, si desea, una vez que la retira de la charola, puede utilizar los jugos para hacer una salsa.
Se enciende el horno al máximo. Coloco la carne en una charola profunda a horno muy caliente, con los huesos abajo para que la carne no toque la charola y en la parte media. La pongo entera aunque luego la sirva separada de las costillas para poder aprovecharla mejor, pues es casi seguro que una costilla será mucho para una persona, se deja a todo lo alto por 15 minutos y luego se baja la temperatura a 180°C y se deja 45 minutos aproximadamente por cada kilo, esto depende de los gustos de cada quien, por lo que para evitar sorpresas, es mejor utilizar un termómetro, créanlo, es un consejo que vale la pena para no echar a perder tan buen corte. Pero si no tienen termómetro, se lleva a horno aproximadamente 2 horas para 3 costillas con un peso de 2.5 kilos.
Una vez pasada la hora, se saca, destapa y se introduce el termómetro en la parte más gruesa, luego se regresa al horno a que dore y tome la temperatura adecuada, debe marcar 150° para un término medio o 180° para un 3/4 que es el término que prefiere mucha gente en México, por eso, mi esposo y yo, la dejamos entre medio y tres cuartos, y así no tenemos que comerla muy cocida ni los demás creerán que está mugiendo aún la vaca. Sin termómetro, pueden pincharla en el horno y ver que los jugos sean rosados, pero no con sangre. El centro debe estar rosado y en general la carne jugosa.
Ahora sí, preséntela la en la charola de hornear, con un buen cuchillo y una tabla de poro cerrado para que cada quien corte su parte, y a disfrutarla con un gravy, papas horneadas, ensalada fresca, chocrut, cebollas asadas, o simplemente... sola con una copa de vino o una cerveza helada.
Tip: Tenía unos rabos de cebollas cambray o de verdeo y los puse como base de la parte de carne que quedaba en contacto con la charola, igual, le quité algo de grasa y la coloqué junto con los rabitos. Y para presentarla mejor, si su familia no es carnívora al 100% como la mayor parte de la mía, retiren hueso y exceso de grasa y corten lonjas apropiadas para que este suculento platillo no parezca para Pedro Picapiedra. En Directo al Paladar, les dejo el enlace para que elijan un buen vino para acompañarte este excelente corte: Vinos mexicanos premiados, y un enlace para un dulce final: Pay de mandarina
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