Hay mil maneras de cocinar los champiñones, más allá de la clásica crema de champiñones que todos hemos probado alguna vez. Y si son champiñones frescos, mucho mejor, pues se aprovechan al máximo todas sus bondades.
Una de esas mil maneras es preparando los champiñones gratinados, una receta muy sencilla, que nos permite salir de la rutina y acompañar nuestros platos fuertes con una guarnición diferente y muy nutritiva.
Ingredientes para 4 personas
350 gramos de champiñones rebanados, ½ cebolla picada, 4 cucharadas de mantequilla, 1 limón, 1 cucharada de harina 250 ml. de leche, 100 gramos de queso manchego rallado, sal y pimienta y nuez moscada.
Cómo hacer champiñones gratinados
Derretimos en una cacerola 1 cucharada de mantequilla, en la que acitronamos la cebolla posteriormente, hasta que suavice, momento en el que añadiremos los champiñones y sazonamos con una pizca de sal, pimienta recién molida y el jugo de limón. Tapamos y dejamos cocinar a fuego bajo por 10 minutos.
Mientras tanto, preparamos una salsa de queso, para ello, derretimos la mantequilla restante y doramos en ella la harina, para después, añadir poco a poco la leche, moviendo vigorosamente con un batidor de globo; sazonamos con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada. Cuando espese, añadimos el queso manchego y movemos hasta que se derrita.
Precalentamos el horno a 180 °C. En un molde refractario colocamos una capa de champiñones, una capa de salsa de queso y así sucesivamente hasta terminar. Espolvoreamos un poco de queso manchego encima y metemos al horno durante 15 minutos.
Degustación
Desde luego, los champiñones gratinados son muy cremosos y llenos del espectacular sabor del queso manchego. Podemos servirlos como acompañamiento de alguna carne, y si duplicamos las cantidades, incluso podemos servirlo como plato principal, acompañados con pan salado en rebanadas o bien, con pan árabe.
