¡Que el chocolate no sea olvidado esta Navidad! Sabemos que los platos fuertes son los protagonistas de estas temporadas, pero por favor, recordemos siempre que lo que cierra la velada son los postrecitos deliciosos que tanto nos encantan, por eso hoy trajimos estos trucos navideños que te sacarán de apuros: Cómo hacer para conseguir un 'Mousse de chocolate' muy esponjoso.
Habemous muchos en este mundo que son fanáticos del chocolate en cualquier forma que se le presente, y otros no tanto, pero también lo disfrutan ligeramente. Para ambos teams tenemos este mousse de chocolate delicioso.
¿De dónde es vino el mousse?
Con este postre se nos hace la boca agua y cómo no si tiene una textura fina y esponjosa, además de tener una elaboración que se puede preparar tanto para platos dulces como para platos salados.
Se dice que el origen del mousse se remonta a Francia del siglo XVIII, cuando aparece por primera vez en un recetario del cocinero francés Menon. En él, se describían tres tipos de mousse: de chocolate, café y azafrán.
Lo primero que vamos a hacer es fundir el chocolate a baño María para que no se queme. Una vez tenemos el chocolate fundido, lo aireamos para que baje un poco su temperatura.
En otro tazón montamos la nata con las varillas de globo y la dejamos bien firme en el refrigerador para que se mantenga fría.
En otro tazón separamos las claras de las yemas y agregando estas últimas a la mezcla de chocolate y mantequilla cuando se haya enfriado un poco.
Montamos las claras, primero a velocidad lenta y luego más rápido. Cuando están casi montadas, añadimos el azúcar poco a poco y seguimos batiendo hasta que estén bien firmes y brillantes como para hacer un merengue.
Incorporamos el merengue de claras a la mezcla de chocolate y yemas, pero lo hacemos poco a poco y siempre dando movimientos envolventes. No añadimos todas las claras de golpe, sino que añadimos un poco y lo mezclamos y repetimos la operación para que las claras no se bajen. Una vez incorporadas las claras, hacemos la misma operación con la nata montada.
Añadimos un poco de la nata montada al bowl donde estamos montando la mousse y una vez integrado, seguimos incorporando nata hasta que nos quede más o menos homogéneo. Con una espátula de silicona y dando siempre movimientos envolventes lo conseguiremos en unos 5 minutos con un poco de paciencia.
Cuando esté bien esponjosito sabrás que es hora de comer ¡Disfruta!
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