La canela es uno de los ingredientes favoritos de mi cocina, siempre que tengo la oportunidad de agregarle canela a algún postre lo hago. Es un complemento muy noble por elevar los sabores de cada ingrediente, sin opacar el suyo, además qué diversión nos da con intentar hacer figuritas en los capuchinos. Por eso hoy traemos la receta de unos rollos de canela glaseados que están para chuparte los dedos.
Hoy en día puede ser preparado en cualquier cocina por lo básicos que son sus ingredientes, sin embargo, no siempre fue así por distintos factores como la falta de tiempo y la escasez de ingredientes o recursos económicos para acceder a ellos. Aquí dejamos brevemente algunos datos sobre este postre delicioso.
Facts de los rollos de canela
Son originarios de Suecia, y el primer rollo de canela fue horneado en 1920.
Solamente las personas con una alta posición económica podían cocinarlos debido a lo costoso de sus ingredientes (como la canela o la mantequilla).
Actualmente, la canela y la mantequilla son de las cosas que siempre están en un rinconcito olvidado de los refrigeradores y alacenas.
Se estima que cada ciudadano sueco consume 300 rollos de canela por año.
Son tan populares los rollos de canela que en Suecia tienen su propio día marcado en el calendario: el 4 de octubre.
Con la emigración de los suecos a Estados Unidos a mitad del siglo XX, llegaron a América y ventualmente se expandieron por el mundo.
Para la masa
Empezaremos por entibiar la leche, vamos a agregarle media taza de azúcar y siete gramos de levadura seca. Disuelve todo y deja levantar la levadura por diez minutos. Recuerda que la leche no debe de estar muy caliente.
En un tazón grande con tu levadura diluida, agrega 1/3 de mantequilla sin sal derretida, dos huevos a temperatura ambiente, 1 1/2 cucharaditas de sal, 1 cucharadita de vainilla y dos tazas de harina de trigo. Mezcla todo con una batidora
Una vez que todo se esté incorporando en una masa, ve agregando de media taza en media taza más harina hasta que sean aproximadamente 2 tazas más a las iniciales, esto será para que todo se despegue del tazón en donde estamos mezclando. Mezcla a velocidad alta por 10 minutos más, reserva en un bowl engrasado y cubre con papel film. Deja reposar por una hora y media hasta que la masa doble su tamaño.
Para el relleno
En un recipiente vas a mezclar una taza de azúcar morena, tres cucharadas de canela de saigón molida, y 1/4 de cucharada de nuez moscada. Mezcla con un tenedor para que todo quede como una mizma harinilla.
Pasada la hora y media de reposo de la masa, vamos a colocarla en una superficie cubierta de harina de trigo, vamos a amasar y extender con las manos hasta que la masa no se pegue a ninguna superficie.
Extiéndela en forma de rectángulo con ayuda del rodillo y una vez que esté listo vas a untar tu mantequilla suave por toda la cara superior del rectángulo de la masa, después esparce la mezcla de canela y azúcar por toda la misma superficie, no deben de quedar espacios en blanco y debe ser una buena capa de azúcar.
Una vez cubierto con el azúcar vamos a enrollar la masa para que quede en forma de tubo, pero no debe quedar muy apretado.
Con ayuda de un hilo para cocer o de higiene dental, corta tus rollos del grosor de tu preferencia. Deben de salir 16 piezas individuales.
Una vez que tengas tus piezas, pásalas a un refractario untado con mantequilla. Coloca tus rollos de canela boca arriba (debe de verse el espiral de canela boca arriba) y deja suficiente espacio entre ellos para que puedan esponjar.
Cubre tu charola de roles con papel film por una hora, y 15 minutos antes de que se cumpla el tiempo de reposo comienza a precalentar tu horno a 180 C°.
Después del tiempo de precalentado y reposo, mete tus rollos al horno (sin el papel film) por 10 minutos.
Saca la charola y a cada pieza viértele tres cucharaditas de leche, luego vuélvelos a meter al horno hasta que se vean dorados por encima, será aproximadamente 5 a 10 minutos y estarán listos.
Para el glaseado
En un tazón bate 150 gramos de queso crema a temperatura ambiente, 50 gramos de mantequilla a temperatura ambiente, una cucharada de extracto de vainilla y una taza de azúcar glass.
Personalmente, prefiero pulverizar más azúcar mascabado e incorporarla al glaseado, pero esto es a gusto personal.
Coloca tu glaseado por encima de tus rollos, debe cubrir todas sus orillas y listo. ¡Disfruta con un cafecito!
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