Cuando se trata de postres es muy importante comenzar a variar en recetas. ¿Por qué? Porque con el azúcar es increíblemente fácil que nos empalaguemos de un sabor e incluso de una receta, así que hoy te ofrecemos un postre muy fácil de hacer y sin horno, sobre todo super antojable para estos días de calor que nos traen de cabeza. Estos sándwiches fríos con galletas y helados son tan cremosos que vas a prepararlos cada semana para comer y compartir al menos uno.
¿Quién en su infancia no se derretía del antojo de ir a la tienda para comprarse un sándwich helado? La buena noticia que te traemos hoy es que este postre no es exclusivo de alguna edad, si lo preparamos de la forma correcta podría acompañar una ocasión especial e importante, porque el secreto está en el helado.
¿Quién le quitó la mayonesa y le puso helado al sándwich?
No se tiene un nombre y apellido del o la creadora de este icónico postre, pero se cree que este delicioso helado fue creado alrededor de 1890 por los vendedores ambulantes de Manhattan que buscaban una nueva forma de helado con galleta y no los clásicos barquillos o conos. Esta alternativa la conformaron con una porción de helado, que solía ser de nata, en medio de dos galletas que usualmente eran de chocolate.
Hacia la década de los ochenta y principios de los noventa comenzó a hacerse increíblemente famoso en las épocas veraniegas, así fue llegando al catálogo de productos de marcas internacionales y reconocidas.
Tips para preparar sándwich de helado
Evidentemente el helado siempre será la clave para que tu postre sea digno de una heladería. Así que no tengas miedo y prepara una variedad de sabores fuera de serie, no te quedes con el clásico de vainilla y chocolate.
La galleta te ayudará a realzar texturas y darle firmeza al sándwich. No hay nada más incómodo que estar disfrutando el postre y se te chorree el helado por las manos para terminar siendo un batidillo. Procura que tus galletas no sean delgadas.
No exagerar las proporciones será otra clave. Tampoco se trata de que sea más galleta que helado porque te dejará una sensación muy seca o arenosa. A veces también exageramos con la cantidad de helado y por eso termina la mitad escurrido.
La magia del batido es lo que le dará la cremosidad, así que no te saltes este paso porque aquí también puedes agregar toppings en el helado.
Puedes ser aventurero y cubrirlo en chocolate para derretir y agregarle unas almendras troceadas para tener la idea de que tiene un toque saludable.
Vamos a empezar por verter nuestro helado de yogurt con fresas o del sabor que tú escojas en un bowl, 1 taza de pistaches troceados y en medio del helado haz un pozo para agregar la crema de leche.
Bate la crema de leche hasta punto de mousse o lo más cremoso que sientas tu helado. No quedará muy firme, pero no afectará nuestros sándwiches porque el helado ya tiene su consistencia propia. Reserva en el congelador en lo que preparamos la galleta.
Vamos a trocear las galletas María para crear una costra junto con la mantequilla derretida.
En dos hojas de papel encerado de 22x22 vamos a esparcir nuestra costra de galleta y con un rodillo vamos a ir aplanándola y alargándola para cubrir las hojas y ve agregando más capas de galleta para que adquiera el grosor deseado.
En trozos de papel encerado de aproximadamente 20x20cm, coloca la primera capa de galleta.
Agrega el helado encima y espárcelo. Pon la otra capa de galleta encima y presiona ligeramente.
Congela por 8 horas o toda la noche, y una vez firme el helado, levántalo usando el papel. ¡Corta los sandwiches y disfruta!
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