Las galletas Oreo son uno de esos caprichos que nos gusta darnos de vez en cuando y ¿es que cómo no hacerlo?, sí son tan deliciosas, cremosas y crujientes. Esto es lo que las convierte en el ingrediente que queda perfecto para todo tipo de postres: los encontramos en helados, frappés, pasteles, en bolis, hasta en cheesecakes y fritas. Es una sensación por dónde quiera que lo veas. Por eso decidimos darle un gusto directo a la infancia y preparar paletas de Oreo.
Si como nosotros eres fan del sabor cremoso y dulce de las galletas Oreo, esta receta de paletas de galleta Oreo es ideal para ti, mucho más fácil y rápido de preparar que el helado, pero con el mismo sabor que nos encanta para disfrutarlo a cualquier hora del día.
En particular, si a mí me dieran a escoger entre las paletas y el helado de Oreo, escogería mil veces las paletas. ¿La razón? Es que en la paletería que solía frecuentar, camino de regreso a casa, vendían las paletas heladas más deliciosas del mundo, y las de Oreo no eran la excepción: las preparaban de tal forma en que con cada mordida te podrías encontrar con un trocito de galleta o con uno de relleno, además de que la base era super cremosa y rica. Por eso, te compartiré esta receta para que tú también puedas vivir esa experiencia en cada mordida.
Todo lo que hay que saber de estas clásicas galletas
Las galletas Oreo fueron fabricadas por primera vez en la fábrica de Nabisco en Nueva York el 6 de marzo de 1912, convirtiéndose en un producto con más de 100 años de historia. Los rellenos iniciales fueron el original de crema de vainilla, y uno con sabor a limón merengue que lo discontinuaron 8 años después.
No existe una versión definitiva sobre el origen de la palabra “Oreo”, pero existen muchas versiones. Algunos dicen que proviene de la palabra francesa para oro: “or”, que era el color predominante en los primeros empaques de galletas Oreo. Otra versión apunta a que se tomaron las letras “re” de la palabra “crema” y se colocaron entre las dos “o” de la palabra “chocolate”.
El diseño de las galletas Oreo ha tenido cinco cambios significativos desde 1912, pero desde 1953 el diseño de trébol de cuatro hojas que hoy conocemos no ha cambiado mucho. Básicamente, el diseño consta de 12 tréboles, 12 puntos y 12 guiones en cada galleta. En la orilla cada galleta contiene 90 rayas exactamente.
Aunque muchos no se detengan a observar el diseño de estas galletas antes de sumergirlas en un vaso de leche, existen algunas teorías interesantes que vale la pena rescatar. La palabra Oreo se encuentra dentro de un óvalo con una cruz con dos barras, el mismo logotipo de Nabisco. Algunos creen que este símbolo surge de la Cruz de Lorena, que era portada por los Caballeros Templarios durante la Primera Cruzada en el siglo XI.
La mayoría de las personas reconocen 12 tréboles de cuatro hojas en el diseño, con cada hoja enfatizando esperanza, fe, amor y suerte. Sin embargo, algunas personas asocian el patrón geométrico de un punto con cuatro triángulos irradiando hacia afuera con el símbolo de la cruz paté, un símbolo que también utilizaron los Caballeros Templarios para distinguirse de soldados de otra religión. Dejando las teorías de conspiración a un lado, desde hace siglos es una práctica común hacer diseños 3D en las galletas, con la finalidad de evitar que se inflen de forma irregular.
Comenzamos a preparar nuestras paletas de galleta Oreo tomando 19 galletas. Vamos a separar el centro de la crema del resto de las galletas y lo colocamos en un bowl o directamente en la licuadora. Una vez que hayamos separado estas primeras galletas, troceamos los restantes de galleta con la mano, de preferencia que tengan un tamaño mediano: ni muy grande, ni muy pequeño. Reservamos las otras 6 galletas.
Ahora vamos a tomar la licuadora: vertimos en ella media taza de la leche de tu preferencia y la leche condensada (si no quieres usar leche condensada, puedes utilizar simplemente azúcar). También agregaremos el vasito de yogur y licuaremos, junto con los trozos del relleno de la galleta, hasta que obtengamos una consistencia íntegra, bien mezclada y sin grumos. Si sientes que está muy líquida, puedes agregar más yogur.
Para terminar con nuestra mezcla, agregamos las galletas Oreo en trozos y, con ayuda de una espátula, las revolvemos e incorporamos bien para que queden bien repartidas por toda la mezcla.
Por último, tomamos unos recipientes para paleta de hielo y los comenzamos a rellenar con la crema hasta la mitad. Agregamos una galleta de las que habíamos reservado en cada molde para paleta y terminamos de rellenar. Agrega un palito de madera en cada molde y limpia los bordes.
Debemos de guardar estas Paletas de galletas Oreo en el congelador por, al menos, 8 horas (aunque lo ideal es que las dejes un día entero para que queden perfectamente congeladas)
Retira de los moldes y disfruta de las paletas de galleta Oreo más cremosas de la existencia.
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