Que los pasteles no sean olvidados como postre para la cena de Navidad. Sí está increíble poder experimentar con postres deliciosos, sofisticados y variados, pero también es cierto que podemos innovar creando otro tipo de pasteles como este del chef José Ramón Castillo: un pastel de crepas.
Hoy te vamos a compartir la receta para que sepas cómo hacer un pastel de crepas perfecto para la cena de Navidad y cualquier otra ocasión especial, y lo mejor de todo es que es super fácil de preparar.
Historia de las crepas
La palabra crepa, según el Diccionario Panhispánico de Dudas, es tomada del Francés crêpe es antigua, tan antigua que data de la Francia medieval, en la zona de Bretaña en el tiempo en que los agricultores elaboraban un tipo de torta de consistencia crepitante (o sea de sustancias líquidas o semilíquidas muy fluidas).
Las crepas además de tener pocos ingredientes, combinan con todo: existen opciones saladas, dulces y mixtas. Hay de todo para todos los tipos de paladares y eso las hace una receta versátil para comerla a cualquier hora del día.
Vamos a empezar por llevar la leche a la licuadora, los huevos, la harina de trigo, el endulzante, una pizca de sal y la mantequilla derretida. Vamos a licuarlo por al menos dos minutos para poder obtener una mezcla muy fina y sin grumos.
Necesitamos que la mezcla sea bastante fluida, sin grumos ni espesa. Ahora en un sartén para crepas o antiadherente vamos a rociarle aceite en aerosol y lo colocamos a fuego bajo. Agregamos una cucharada o cucharada y media (según lo que necesite el sartén para cubrirse) y empezamos a mover en círculos hasta que el fondo esté cubierto. Si notas que hay un exceso en el sartén, solo viértelo de vuelta a la mezcla original volteando el sartén.
Dejamos la mezcla en el sartén que se cueza lentamente hasta que las orillas comiencen a separarse del sartén, con una pala miserable ayudamos a despegarla y la volteamos con mucho cuidado. Repetimos con toda la mezcla hasta terminar.
Para la crema pastelera
Vamos a llevar a la licuadora la leche, las yemas, el azúcar, el extracto de vainilla, la ralladura de naranja y los licuamos perfectamente.
Lo llevamos al fuego y movemos constantemente para cuidar que no se pegue al fondo. Una vez que esté espeso vamos a dejar reposar fuera del fuego para después poder incorporar el jugo de naranja.
Dejamos enfriar y nos preparamos para el montaje del pastel. Para esto necesitamos un aro de pastelería y que se forre por debajo con papel film.
Rociamos nuestro aro pastelero con aceite en aerosol y empezamos a colocar la primera crepa al fondo y con el aro la cortamos y colocamos al fondo del aro. La siguiente crepa la cortamos a la mitad con un cuchillo y la colocamos como si forráramos el aro.
Agregamos otra crepa doblada al fondo para tener un base consistente e incorporamos una cucharada de crema pastelera y repetimos: dos crepas y una cucharada de crema hasta llenar el fondo del aro pastelero. Cerramos la parte de arriba con las crepas y llevamos a reposar durante una hora y media al refrigerador.
Desmontamos con ayuda de otro plato colocado encima y volteándolo. Puedes decorarlo con más crepas encima y crema o dejarlo así. ¡Listo!
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