Sí, leíste bien; existe la leche frita y no estamos jugando. Así como existen platillos que jamás imaginaríamos que podrían freírse tales como el helado, es posible encontrar este delicioso postre que es riquísimo y brilla por la facilidad de su preparación. Quédate para sorprender a los tuyos con esta leche frita, porque no todo lo frito tiene que ser salado.
La leche frita es un postre muy típico de la gastronomía española, pero que los mexicanos lo hemos adoptado por su sencillez en la preparación y su delicioso sabor. Consiste básicamente en leche que tras un sencillo procedimiento hacemos que espese un poco, después de agregarle un sabor para hacerla más sabrosa, se reboza en azúcar y canela y se fríe por unos minutos para que agarre un color doradito y consistencia crujiente.
Leche frita el postre primo de las torrijas
Los orígenes de esta receta de la leche frita, como muchos de los otros platos de la gastronomía española, tiene raíces árabes. Este es un postre tradicional de Semana Santa, al igual que la torrija, los cuales son conocidos como «Los postres de sartén» ya que su modo de preparación es bastante sencillo y solían tomarse calientes o tibios en las festividades de Cuaresma.
Para preparar la leche
En una olla ponemos a hervir medio litro de leche junto con una rama de canela, la ralladura de un limón, el extracto de vainilla y la mantequilla.
Cuando comience a hervir apagamos el fuego, lo tapamos y lo dejamos infusionar por 30 min.
Para la base de la leche frita
En un bowl con las yemas agregamos el azúcar morena y batimos hasta que espumen y reservamos.
En un vaso con 250 ml de leche agregamos la maicena y revolvemos hasta que no queden grumos.
Mezclamos la leche con las yemas y batimos muy bien hasta incorporar todo en una mezcla homogénea.
Colamos la leche saborizada y fría para retirarle las ramas y exceso de ralladura.
Calentamos hasta ebullición e incorporamos la mezcla de las yemas.
Inmediatamente comenzará a espesar, revolvemos un poco y dejamos cocer por 5 minutos.
Vertimos la mezcla en una fuente de horno y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Tapamos con plástico film y dejamos reposar en el refrigerador toda la noche.
Para freír
Una vez que reposó toda la noche ya tendrá una consistencia un poco más rígida pero maleable.
Cortamos en rectángulos y cubrimos en harina y huevo, al igual que un nugget.
Freímos en aceite hirviendo por 3 minutos por lado o hasta que estén dorados.
Retiramos del aceite y dejamos secar en papel absorbente.
Espolvoreamos con canela y azúcar glass.
En Directo al Paladar México también puedes leer Cómo hacer Chongos Zamoranos y cuál es el origen de este postre que Taste Atlas considera uno de los mejores de México | Recetas para Cuaresma: cómo hacer Torrijas, el postre que heredó México y se come en Semana Santa | Cómo hacer tejocote en dulce. Postre tradicional para poner en las ofrendas de Día de Muertos en México
