Los calamares son de los moluscos más versátiles en la gastronomía. Se les puede comer lo mismo fritos, qué rebosados, rellenos, en sushi o asados. Además, son muy nutritivos porque están compuestos en un 70% por agua y tienen cerca de 16 gramos de proteínas por cada 100 gramos de peso. Así que, qué mejor que unos buenos aros de calamar hechos en freidora de aire para que sea la receta más rápida y fácil.
Hoy te proponemos esta idea de receta muy atractiva, que será perfecta para compartir cualquier día de fiesta, en pareja o con unos invitados. Estos aros de calamar son muy sencillos de elaborar y que podrás preparar con anticipación y servir calentitos a la hora de la comida.
Pero antes, aquí te dejamos los pasos a seguir para limpiar de la forma correcta los calamares
Lo primero que debes hacer es tener las manos súper limpias, al igual que la superficie y cuchillos con los que trabajarás.
Recuerda siempre usar guantes. En este caso, especialmente porque se trata de un animal que contiene un saco de tinta natural.
Extiende el calamar sobre la tabla donde pienses rebanarlo.
Toma firmemente sus tentáculos y, sin dejar de presionar con una mano el extremo en arriba de su cabeza, jala hacia ti. Los tentáculos saldrán junto con sus ojos, cerebro y las vísceras.
Con tu cuchillo corta la parte en que se diferencian los ojos y el cerebro, de los tentáculos. Reserva estos últimos.
Con los dedos y muy delicadamente busca en la otra parte rebana el saco donde se contiene la tinta. Si no lo usas en esta receta, seguro podrás congelarlo y hacerlo en el futuro, cuando prepares un arroz negro.
Toma la capucha del calamar e introduce dos dedos para retirar una tira larga transparente, que asemeja un plástico, y que es una especie de columna vertebral para el animal.
Despega lentamente las aletas diminutas que sobresalen a las orillas. Luego ve quitando la piel a todo el cuerpo del calamar.
Una vez que la capucha quede completamente blanca, está lista para hervirse, saltearse o rebosarse junto con los tentáculos.
Asegúrate de deshacerte de todos los residuos para evitar malos olores en tu cocina, así como de lavar perfectamente los utensilios y la superficie donde trabajaste.
Después de haber limpiado los calamares, vamos a empezar con lo mero bueno.
Una vez limpios, lo cortamos en anillos gruesos.
En un plato hondo, vamos a mezclar el pan rallado con el ajo molido, la sal y la pimienta.
Vamos pasando los calamares por el pan rallado, que se pegará a estos sin necesidad de huevo, porque los calamares siempre están húmedos.
Los cubrimos perfectamente bien, los sacudimos ligeramente y los colocamos ya empanados en un plato sin amontonar unos sobre otros.
Cuando estén todos los calamares rebozados, dejamos caer sobre ellos una lluvia generosa de aceite de oliva virgen en espray.
Precalentamos la freidora de aire a 185ºC de dos a tres minutos.
Cuando esté lista, colocamos los calamares en la cesta intentando que no se apelmacen, cerramos y cocinamos por 18 minutos.
Asegúrate de agitar la cesta a mitad de fritura para que el dorado quede uniforme.
Pasado el tiempo de cocción ya puedes emplatarlos y acompañar con algún dip.
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