El pescado es una opción deliciosa, saludable y fácil para la comida del día a día. A nosotros nos encanta prepararlo los fines de semana, para no robarle tiempo al descanso, y junto con el descanso también nos aventamos uno que otro anime que nos abrió el apetito para preparar unos filetes de pescado estilo oriental, ¡se veían deliciosos! Así que aquí va nuestra receta.
Lo mejor es consumir el pescado fresco, pero si por tiempo o distancias no te es posible, puedes comprar el pescado congelado, preferentemente los que vienen pre-empacados, e ir descongelándolo conforme lo vayas usando. Eso sí, recuerda enjuagarlo después de que se haya descongelado por completo.
¿Cómo saber si ya está en su punto de cocción? Estos son los mejores tips a seguir…
El viejo truco confiable es cocinar el pescado diez minutos por cada 2,5 cm de grosor. Es un buen comienzo, pero ¿si no sé calcular el grosor del pescado cómo le hago?
Verifica con un tenedor. Cuando el pescado alcanza la temperatura adecuada, el colágeno de su carne se relaja y la carne se desmenuza fácilmente con un tenedor.
Échale un vistazo al centro del pescado. Este debe ser casi opaco, no translúcido, como lo es el del pescado crudo.
Usa tu tacto. Si presionas el pescado suavemente con el dedo índice, debería tener una holgura similar a la de la punta de tu nariz.
En un mortero, colocamos 1 cucharadita de cada una de las hierbas y las trituramos hasta que se mezclen, no es necesario que queden hechas polvo.
Colocamos en un plato los filetes de pescado y los marinamos exprimiendo sobre cada uno el jugo de un limón y encima unas cucharadas de salsa teriyaki y una pizca de las hierbas trituradas. Tapamos con papel film y dejamos reposar en el refrigerador durante media hora.
En un plato extendido, colocamos la harina y pasamos por esta cada uno de los filetes, evitando el exceso y los sacudimos.
Rebanamos los ajos finamente con ayuda de un pela papas.
En una sartén calentamos una cucharada de aceite de oliva, cuando esté caliente, agregamos un poco del ajo rebanado, cuando comience a cambiar de color lo retiramos.
Agregamos ahí mismo un filete enharinado. Cocinamos a fuego bajo por ambos lados hasta que este dorado y el centro del filete cocido. Repetimos con cada uno de los filetes.
Ahora sí está más que listo, su sabor es tan especial, que no necesitarás de ningún otro aderezo.
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